Introducci�n a la Teor�a General de Sistemas
Oscar Johansen Bertoglio. Limusa. Noriega Editores

La noci�n de sistema no es nueva. Podemos remontarnos a los fil�sofos griegos y probablemente a civilizaciones anteriores.

En la actualidad est� estrechamente relacionada con las investigaciones realizadas por el bi�logo alem�n Ludwig Bertalanffy en 1925 sobre el llamado “sistema abierto”.

Dicha teor�a fue aceptada y aplicada por Wiener, entre otros (cibern�tica) y la llamada Investigaci�n de Operaciones.

La TGS a trav�s del an�lisis de las totalidades y las interacciones internas de �stas y las externas con su medio, es, ya, una poderosa herramienta que permite la explicaci�n de los fen�menos que suceden en la realidad y tambi�n hace posible la predicci�n de la conducta futura de esa realidad...

En la TGS el todo es mayor y distinto que la suma de las partes. La TGS es un corte horizontal que pasa a trav�s de todos los diferentes campos del saber humano.

Principios de la TGS:

a) Sinergia: en relaci�n con el todo y las partes.
b) Recursividad: existe una determinada jerarqu�a entre los lotes de sistemas. Est�n los “inferiores” y los “superiores”.
c) La TGS es un enfoque intedisciplinario, y por tanto, aplicable a cualquier sistema tanto natural como artificial. En este trabajo se aplicar� preferentemente a las organizaciones humanas en general y en particular a la empresa.


CAPITULO I

El enfoque de los sistemas:

1.1. El enfoque reduccionista:

Es el estudio de un fen�meno complejo a trav�s del an�lisis de sus elementos o partes constitutivas. No se trata de rechazar la validez del camino anal�tico ya que analizada su aplicaci�n no se puede dudar de su aporte al crecimiento del conocimiento humano.

Por ejemplo, Lurt Lewin, el famoso psic�logo fundador de la teor�a de los campos, se�alaba que lo importante en la teor�a es la forma en que se procede al an�lisis.”En vez de tomar uno u otro elemento aislado dentro de una situaci�n, la teor�a del campo encuentra ventajas, como regla, de comenzar por la caracterizaci�n de la situaci�n como un todo”.

Por ejemplo, en biolog�a un elemento totalizante es el organismo; el concepto de individuo en psicolog�a; el concepto de instituciones y clases sociales en sociolog�a; el concepto de cultura en antropolog�a. Cada uno de estos sistemas (o totalidades) se presenta en forma natural, simplemente, porque lo percibimos as�.

Por supuesto que no se busca establecer una teor�a general de pr�cticamente cualquier cosa, �nica y total, que reemplace todas las teor�as especiales de cada disciplina en particular. Tal teor�a no tendr�a contenido, porque en la medida que aumentamos la generalidad perdemos en contenido. Persona. Ciudadano. Nacionalidad. Etc.. Sin embargo, entre lo espec�fico que no tiene significado y lo general que no tiene contenido, debe existir para cada prop�sito y para cada nivel de abstracci�n, un grado �ptimo de generalidad.

Los objetivos de la TGS pueden ser fijados a diferentes grados de ambici�n y de confianza.

A un nivel de ambici�n bajo pero con un alto grado de confianza, su prop�sito es descubrir las similitudes o isoformismos en las construcciones te�ricas de las diferentes disciplinas, cuando �stas existen, y desarrollar modelos te�ricos que tengan aplicaci�n al menos en dos campos diferentes de estudio.

A un nivel mas alto de ambici�n, pero quiz�s, con un grado de confianza menor, espera desarrollar algo parecido a un “espectro” de teor�as, un sistema de sistemas que puedan llevar a cabo la funci�n de una Gestalt en las construcciones te�ricas. Por ejemplo, tenemos el caso de la tabla peri�dica en los elementos qu�micos. Durante muchos a�os se dirigieron las investigaciones para buscar los elementos faltantes de la tabla.

1.2. Dos enfoques para el estudio de la TGS.

Son dos enfoques que deben tomarse m�s como complementarios que como competitivos.

Primer enfoque: observar al universo emp�rico y escoger ciertos fen�menos generales que se encuentran en las diferentes disciplinas y tratar de construir un modelo te�rico que sea relevante para esos fen�menos. En vez de estudiar sistema por sistema, considera a un conjunto de todos los sistemas concebibles. (por ej. Poblaciones)

Un segundo enfoque: ordenar los campos emp�ricos en una jerarqu�a de acuerdo con la complejidad de la organizaci�n de sus individuos b�sicos o unidades de conducta y tratar de desarrollar un nivel de abstracci�n apropiado a cada uno de ellos. (Un sistema de sistemas)

Boulding denomina a la TGS como el Esqueleto de la Ciencia en el sentido de que esta ciencia busca un marco de referencia a una estructura de sistemas sobre el cual “colgar la carne y la sangre de las disciplinas particulares, en el ordenado y coherente cuerpo de conocimientos”.

1.3. Tendencias que buscan la aplicaci�n pr�ctica de la TGS

a) la cibern�tica: se basa en el principio de la retroalimentaci�n (o causalidad circular) y de home�stasis.
b) Teor�a de la informaci�n: introduce el concepto de informaci�n como una cantidad mensurable, mediante una expresi�n isom�rfica con la entrop�a negativa en f�sica. Se ha llegado a la sorprendente conclusi�n de que la f�rmula de la informaci�n es exactamente igual a la f�rmula de la entrop�a, pero con signo negativo (informaci�n = -entrop�a o informaci�n = neguentrop�a)
c) Teor�a de los Juegos
d) Teor�a de la decisi�n
e) Matem�tica Relacional
f) An�lisis factorial
g) Otros


CAPITULO II

Sinergia y recursividad:

2.1. Sinergia: Existe sinergia cuando la suma de las partes es superior al todo.

Definici�n de Fuller: un objeto posee sinergia cuando el examen de una o alguna de sus partes (incluso de cada una de sus partes) en forma aislada, no puede predecir o explicar la conducta del todo. Ejemplo de las naranjas en un cesto y en forma de cruz. De la multitud de un estadio.

Existen objetos que poseen como caracter�stica la existencia de sinergia y otros que no. En general, a las totalidades desprovistas de sinergia podemos llamarlas conglomerados.

La diferencia entre un conglomerado y un sistema reside en la existencia o no de relaciones o interacciones entre las partes.

Otra definici�n de conglomerado: un conjunto de objetos de los cuales abstraemos ciertas caracter�sticas, es decir, eliminamos aquellos factores ajenos al estudio.

En res�men: los objetos presentan una caracter�stica de sinergia cuando la suma de sus partes es inferior al todo, o bien cuando el examen de alguna de ellas no explica la conducta del todo.

Cuando nos encontramos con un objeto de caracter�sticas sinerg�ticas (que denominamos sistemas) debemos tener en cuenta la interrelaci�n de las partes y el efecto final ser� un “efecto conjunto”. Mencionar caso de muestreo.

Cuando hablamos de hombre o mujer, de naranjas, de cesantes, estamos pensando en totalidades. Totalidades dentro de una totalidad mayor. Esto nos lleva directamente a la recursividad.

2.2. Recursividad:

Podemos entender por recursividad el hecho de que un objeto sinerg�tico, un sistema, est� compuesto de partes con caracter�sticas tales que son a su vez objetos sinerg�ticos (sistemas) Hablamos entonces de sistemas y subsistemas. O mas concretamente de supersistemas, sistemas y subsistemas. Lo importante del caso, y que es lo esencial de la recursividad, es que cada uno de estos objetos, no importando su tama�o, tienen propiedades que lo convierten en una totalidad, es decir, en elemento independiente.

Tan�amos un conjunto de 6 naranjas. Pero cada una de ellas era una totalidad en particular. Ten�amos una poblaci�n de hombres y mujeres, pero tambien cada uno es una totalidad particular. Esto no significa que todos los elementos o partes de una totalidad sean totalidades a su vez. En el caso de las naranjas formando una cruz, cada naranja no forma una cruz. Luego no existe la caracter�stica de recursividad en el sentido de que cada una de las partes del todo posee, a su vez, las caracteristicas principales del todo.

Si tenemos un conjunto de elementos u objetos tales como una c�lula, un hombre, un grupo humano y una empresa, es probable que a simple vista no observemos entre ellos ninguna relaci�n y los consideremos entidades independientes. Sin embargo, un r�pido an�lisis nos puede llevar a la conclusi�n de que s� existen relaciones. El hombre es un conjunto de c�lulas y el grupo es un conjunto de hombres. Luego podemos establecer aqu� una recursividad c�lula-hombre-grupo. A�n m�s, el hombre no es una simple suma de c�lulas ni el grupo es una suma de individuos, por lo tanto tenemos aqu� elementos recursivos y sinerg�ticos (lo que no suced�a en el caso de las naranjas).

De este modo se desprende que el concepto de recursividad se aplica a sistemas dentro de sistemas mayores, y a ciertas caracter�sticas particulares, mas bien funciones o conductas propias de cada sistema que son semejantes a la de los sistemas mayores.

Pone el ejemplo de una empresa como totalidad.. O el de familia.

Existe recursividad entre objetos aparentemente independientes, pero que esa recursividad no se refiere a forma o, para decirlo gr�ficamente, a innumerables puntos conc�ntricos que nacen de un punto. No la recursividad se presenta en torno a ciertas caracter�sticas particulares de diferentes elementos o totalidades de diferentes grados de complejidad.

En todo caso el problema consiste en la definici�n de las fronteras del sistema. En otras palabras, en llegar a establecer una l�nea imaginaria que separe lo que pertenece al sistema de aquello que no le pertenece. Para llegar a una idea operacional de sistema podr�amos hablar de individualidad.

Berttalanffy se pregunta qu� es un individuo y se�ala que con ello queremos significar un objeto que, espacial, temporal y din�micamente, constituye algo distinto de todo otro ser de su misma categor�a y que como tal pasa por un determinado ciclo vital.

El caso de un taxi.

Podemos concluir que los sistemas consisten en individualidades; por lo tanto son indivisibles como sistemas. Poseen partes y subsistemas, pero ya son otras individualidades. Pueden formar parte del sistema, pero no son del sistema que deseamos o buscamos. Para encontrarlo, debemos reunir aquellas partes y aquellos subsistemas y eliminar las otras partes y subsistemas que est�n de m�s o pertenecen a otro sistema o, por no tener relaci�n con nuestro sistema, sus comportamientos no lo afectan.

2.3. Sinergia y recursividad:

Los descubrimientos aislados y mas o menos independientes de caracter�sticas particulares de pronto se arman como un rompecabezas y se descubren las interacciones entre ellas que llevan a pensar y a ubicar a esos descubrimientos parciales como partes de un todo superior. Se habla entonces, empleando el lenguaje de Beer de los metasistemas.

Los avances en el estudio del Laser ayudaron al descubrimiento de la Holograf�a. El holograma puede hacer visibles registros y proyecciones en tres dimensiones. A su vez, el descubrimiento del laser condujo a un mejoramiento de la Espectroscopia. Y por otra parte se desarrollaba la t�cnica de las computadoras. El desarrollo de estas tecnolog�as permiti� examinar un campo o sistema hasta entonces desconocido : las mol�culas y las prote�nas completas.

Ejemplo Polaris.

Conclusi�n:

La idea de sinergia es inherente al concepto de sistemas, y la idea de recursividad representa la jerarquizaci�n de lo todos los sistemas existentes. Es el concepto unificador de la realidad y de los objetos.


CAPITULO III

3. Qu� es un sistema:

El objetivo es sistematizar una serie de conceptos en torno a los sistemas partiendo de su definici�n formal, es decir, crear nuestro vocabulario de trabajo. Intentaremos desarrollar tambi�n alguna taxonom�a o clasificaci�n.

3.1. Definiciones:

Existen dos l�neas de pensamiento:

a) La de Bertalanffy y continuada por Boulding en la que el esfuerzo central es llegar a la integraci�n de las ciencias.
b) El segundo es bastante m�s pr�ctico y se conoce con el nombre de “ingenier�a de sistemas”.

Definici�n general de sistemas: un conjunto de partes coordinadas y en interacci�n para alcanzar un conjunto de objetivos.

Definici�n del General Sistem Society For Research: un conjunto de partes y sus interrelaciones.

3.2. Concepto de Gestalt o sinergia:

Un sistema puede ser el conjunto de la arena de una playa, un conjunto de estrellas, un conjunto sistem�tico de palabras o s�mbolos que pueden o no tener relaciones funcionales entre s� o un grupo de trabajo.

En �ste �ltimo, cada uno de sus miembros posee sus propias caracter�sticas y condiciones, h�bitos, esperanzas, temores, lo mismo que el matrimonio a pesar de que digan que son uno.

Los subsistemas son sistemas m�s peque�os dentro de sistemas mayores. Pero a su vez los sistemas pertenecen a otros sistemas mayores : los supersistemas. Ejemplo: el hombre como sistema con sus �rganos como subsistema y el grupo como supersistema.

Para que ello sea as� tanto los subsistemas como los s�per, deben responder a ciertas caracter�sticas comunes, las caracter�sticas sist�micas.

A medida que integramos sistemas, vamos pasando de una complejidad menor a una mayor. Y viceversa.

A medida que desintegramos perdemos visi�n del todo y nos vamos acercando al m�todo reduccionista.

Kenneth Boulding ha formulado una escala jer�rquica de sistemas, partiendo desde los m�s simples para llegar a los m�s complejos.

Primer nivel: estructuras est�ticas (marco de referencia) geograf�a y anatom�a del universo (estructura de electrones alrededor del n�cleo, los �tomos etc.).

Segundo nivel: sistemas din�micos simples con movimientos predeterminados: Este puede ser denominado el nivel del “movimiento del reloj” (el sistema solar es en s� el gran reloj del universo). Desde las m�quinas m�s simples a las m�s complicadas, como los d�namos.

El tercer nivel: los mecanismos de control o los sistemas cibern�ticos. El termostato. Difieren de los m�s simples por el hecho de que la transmisi�n e interpretaci�n de informaci�n constituye una parte esencial de los mismos.

El cuarto nivel: los sistemas abiertos, Este es el nivel en que la vida empieza a diferenciarse de los materias inertes y puede ser denominada con el nombre de c�lulas. Presentan dos propiedades particulares: automantenci�n y autoproducci�n.

El quinto nivel: el gen�tico social, y se encuentra tipificado por las plantas y domina el mundo emp�rico del bot�nico, las caracter�sticas mas importantes son: a) la divisi�n del trabajo entre las c�lulas con partes diferenciadas y mutuamente dependientes (ra�ces, hojas, semillas, etc.) y b) una profunda diferenciaci�n entre el fenotipo y el genotipo, asociada con un fen�meno de equifinalidad, es decir, los sistemas llegan a un mismo objetivo, aunque difieran sus estados iniciales. En este nivel no existen �rganos de los sentidos altamente especializaron y los receptores de informaci�n son difusos e incapaces de recibir mucha informaci�n. Un �rbol distingue cambios en su entorno, por Ej., el girasol y el movimiento solar.

Sexto nivel: A medida que pasamos del reino vegetal al animal, gradualmente pasamos a un nivel organizativo m�s complejo en su organizaci�n.

El s�ptimo nivel: es el nivel humano. No s�lo sabe sino que tambi�n reconoce que sabe. Tiene capacidad para producir, absorber, e interpretar s�mbolos complejos.

El octavo nivel: lo constituyen las organizaciones sociales. No existe el hombre aislado de sus semejantes. Un hombre verdaderamente aislado no ser�a humano (aunque lo fuera potencialmente). Se pueden definir a las organizaciones sociales como un conjunto de roles interconectados por canales de comunicaci�n.

El noveno nivel: los sistemas trascendentales. Aqu� se encuentra la esencia, lo final, lo absoluto, lo inescapable.

3.5 Las fronteras del sistema:

Por frontera del sistema queremos entender aquello que separa el sistema de su entorno (o supersistema) y que define lo que le pertenece y queda fuera de �l.

A la jerarqu�a anterior cabr�a incorporarle el d�cimo nivel, el ecol�gico. El sistema ecol�gico presenta un equilibrio desarrollado durante millones de a�os, por medio de la evoluci�n tanto de los organismos vivos (incluido el hombre) como del paisaje geogr�fico. Hoy en d�a este sistema tiende a perder su equilibrio, se est� produciendo un ecocidio.

Para la definici�n de un sistema siempre contaremos con dos conceptos que pueden resultar de gran ayuda: la idea de un supersistema y la idea de un subsistema. De este modo podemos definir a nuestro sistema en relaci�n con su medio inmediato, por una parte, y en relaci�n con sus principales componentes, por otra.

Por ejemplo, una playa de arena: su frontera puede estar dada por sus l�mites geogr�ficos pero a su vez podr�a definir como subsistema a los objetos que se encuentran en los l�mites del sistema (parte del mar y el continente) Puedo definir tambi�n los subsistemas, que en este caso podr�an ser los granos de arena, las rocas etc., su constituci�n y caracter�sticas.

3.6 Sistemas abiertos y sistemas cerrados:

Hemos definido al sistema como un conjunto de partes interrelacionadas. Pero si analizamos bien la definici�n podremos darnos cuenta de que pr�cticamente no existe objeto en toda la creaci�n que no se encuentre comprendido en ella (excepto lo conglomerado). Incluso el conglomerado mantiene relaciones (de atracci�n, repulsi�n, simplemente de contexto). Seg�n Forrester podemos dividir a los sistemas en abiertos y cerrados.

a) sistemas abiertos: aquellos cuya corriente de salida no modifica a la corriente de entrada (un estanque en el que la salida del agua no tiene relaci�n con el entrada).

b) sistemas cerrados: aquel cuya corriente de salida, es decir su producto, modifica su corriente de entrada, es decir sus insumos.

Bertanlaffy:

a) sistema cerrado: no intercambia energ�a con su medio (ya sea importaci�n como exportaci�n.
b) sistema abierto: es el que transa con su medio.


CAPITULO IV

4. Elementos del sistema

En general, las principales caracter�sticas de un sistema (abierto) son su: corriente de entrada, su proceso de conversi�n, su corriente de salida, y -como elemento de control- la comunicaci�n de retroalimentaci�n.

4.1 Corrientes de entrada:

Ejemplos de un hombre, una planta, una industria. Son sistemas abiertos que precisan incorporar “energ�a” para funcionar.

En general, la energ�a importada tiende a comportarse con arreglo a la ley de conservaci�n de la energ�a, que dice que la cantidad de energ�a que permanece en un sistema es igual a la suma de la energ�a importada menos la suma de la energ�a exportada..

Sin embargo, existe la corriente de entrada de una energ�a particular que no responde a la ley de conservaci�n. Es la INFORMACION. Efectivamente, el sistema importa informaci�n desde su medio a trav�s de sus centros receptores y canales de comunicaciones. Este insumo se comporta seg�n la “ley del incremento”, la informaci�n que permanece en el sistema es igual a la que entra m�s que la que existe, es decir, hay una agregaci�n neta en la entrada y la salida no elimina informaci�n del sistema. Puede suceder todo lo contrario: con la salida de informaci�n puede aumentar el total de informaci�n del sistema (“la mejor manera de aprender es ense�ando).

4.2 Proceso de conversi�n:

Hacia d�nde va la energ�a que el sistema importa? Los sistemas convierten o transforman la energ�a (en sus diferentes formas) que importan en otro tipo de energ�a, que representa “la producci�n” caracter�stica del sistema en particular. Por ejemplo las plantas “importan” energ�a solar y mediante u proceso de conversi�n (fotos�ntesis) transforman la energ�a solar en ox�geno.

4.3. Corriente de salida

Equivale a la exportaci�n que el sistema hace al medio.(ox�geno por ejemplo). Por lo general no existe una sino varias corrientes de salida. La planta, por ejemplo, adem�s de ox�geno exporta alimentos y belleza a trav�s de sus flores. Podemos dividir las corrientes como positivas o negativas para el medio y el entorno (o supersistema). Una planta en general su corriente de salida es siempre positiva, salvo que se tratase, por ejemplo de una amapola o algo por estilo, que pueda emplearse para el opio y �ste puede ser usado positiva (en medicina) o negativamente.

4.4. La comunicaci�n de retroalimentaci�n

Todo sistema tiene un prop�sito y la conducta que desarrolla una vez que cuenta con suficiente energ�a, tiende a alcanzar ese prop�sito u objetivo.

La informaci�n de retroalimentaci�n es la informaci�n que indica c�mo lo est� haciendo el sistema en la b�squeda de su objetivo y que es introducido nuevamente al sistema con el fin de que se lleven a cabo las correcciones necesarias para lograr su objetivo (retroalimentaci�n) Desde este punto de vista es un mecanismo de control del sistema para asegurar el logro de su meta.

Un ejemplo es la bicicleta. La bicicleta sin ciclista es un sistema cerrado. Con ciclista es un sistema abierto y cuando la rueda delantera involuntariamente, por causa de alg�n accidente del terreno se va hacia la izquierda el ciclista reacciona y mueve el manubrio hacia la derecha para mantener el rumbo y el equilibrio. Esa maniobra es de retroalimentaci�n.


CAPITULO V

5. Entrop�a y neguentrop�a

Cada acto que realizamos en el d�a implica fuerza y energ�a. Si cerramos una puerta, si encendemos un cigarrillo (en un lugar “abierto”) por supuesto) estamos ejecutando un trabajo. En cada una de estas actividades existe un consumo de energ�a.

En general todo sistema dise�ado para alcanzar un objetivo requiere de energ�a que puede convertirse, dentro del sistema, en energ�a cin�tica o potencial. La primera se encuentra relacionada con la velocidad de un cuerpo, aunque algo de ella se pierde por la fricci�n de �ste con el medio. (caminar, empujar, transportar etc.). La energ�a potencial se encuentra relacionada con la masa del cuerpo y los cambios de altura (energ�a de una cascada, etc).

5.1. Las leyes de la termodin�mica

Ley cero: cuando dos cuerpos que poseen la misma temperatura son colocados uno al lado de otro, sus temperaturas permanecen constantes. (ley “cero” de la termodin�mica).

Ley primera: en un sistema cerrado la energ�a tiende a conservarse. No se gana ni se pierde.

Ley segunda: cuando dos cuerpos tienen diferente temperatura, existir� siempre un flujo de energ�a del m�s caliente al m�s fr�o. Dicho de otra manera: cuando ciertos estados del sistema son m�s probables que otros, el sistema siempre se mover� en la direcci�n del estado m�s probable.

5.2. Entrop�a:

Es una cantidad f�sica mensurable. En el punto de temperatura conocido como cero absoluto (aproximadamente -273�C) la entrop�a de cualquier sustancia es cero. Cuando llevamos la sustancia a cualquier otro estadio mediante pasos lentos y reversibles (aunque la sustancia cambie de naturaleza f�sica o qu�mica) la entrop�a aumenta en una cantidad que se calcula dividiendo cada peque�a porci�n de calor que debemos agregar en ese proceso, por la temperatura absoluta en la cual lo agregamos y sumando todas estas peque�as contribuciones.

Recordemos que de acuerdo a la segunda ley de la termodin�mica, la entrop�a de un sistema aislado (que no “comercia” con el exterior) es siempre creciente, va pasando de estados m�s organizados hacia estados menos organizados, hasta llegar a un caos final.

La Tierra no es un sistema aislado. Recibe energ�a desde el exterior (energ�a radiante desde el sol, energ�a gravitacional desde el sol y de la luna, radiaciones c�smicas de origen desconocido) Tambi�n irradia energ�a. Cual es el saldo?. No se conoce.

Los objetos f�sicos tienden a ser sistemas cerrados, y por eso tienen una vida limitada. La Esfinge, por ejemplo, muestra los efectos de la entrop�a si se compara su estado actual con el original. La arcilla y la roca que la componen se desgranan con el paso del tiempo y tienden a volver a su estado primitivo como part�culas y arena.

Cuando un sistema no vivo es aislado y colocado en un medio uniforme, todo movimiento muy pronto llega hasta un punto muerto, como resultado de la fricci�n. Las diferencias de potenciales qu�micos se equilibran, la temperatura se hace uniforme. Despu�s de esto todo el sistema cae en agon�a y muere, transform�ndose en materia inerte. Se alcanza un estado permanente en que no ocurre ning�n suceso observable; los f�sicos lo llaman estado de equilibrio termodin�mico o de m�xima entrop�a.

5.3 La entrop�a y los sistemas abiertos

Hemos se�alado que una caracter�stica com�n a todos los sistemas es la entrop�a. En los sistemas sociales �sta tiene efectos que tienen relaci�n con los problemas de la organizaci�n, de la informaci�n y de la comunicaci�n.

Seg�n dijimos la entrop�a es un concepto que proviene de la f�sica y es una conclusi�n a que se llega a partir de la segunda ley de la termodin�mica, seg�n la cual, los sistemas tienden a alcanzar su estado mas probable. Ahora bien, en el mundo de la f�sica el estado m�s probable es el caos, el desorden y la desorganizaci�n.

Si se examina un campo de tierra gredosa, apropiada para la fabricaci�n de ladrillos, el estado en que se encuentra esa tierra ser� de desorden (su estado m�s probable). Si de esa tierra gredosa se pretende fabricar ladrillos, habr� que organizarla. Y si a esos ladrillos los usamos para fabricar un muro, estamos en una segunda etapa de organizaci�n.

Con el paso del tiempo los ladrillos tender�n a desintegrarse, a la p�rdida de su organizaci�n, a volver a transformarse en polvo o arcilla, a llegar a su estado m�s probable. El efecto de desintegraci�n es el efecto de la entrop�a.

Esto que sucede con los sistemas cerrados, no ocurre igual con los abiertos. Veamos:

5.4. La neguentrop�a y la subsistencia del sistema.

En el mundo f�sico no existe creaci�n de neguentrop�a o entrop�a negativa. Los sistemas vivos evitan el decaimiento a trav�s de la ingesta de alimentos. Un organismo se alimenta de entrop�a negativa atray�ndola para �l para compensar el incremento de entrop�a que produce al vivir y manteni�ndose as�, dentro de un estado estacionario, con un nivel relativamente bajo de entrop�a.

La neguentrop�a es en s� una medida de orden, es el mecanismo seg�n el cual el organismo se mantiene en estado estacionario y a un nivel bastante alto de ordenamiento, es decir, a un bajo nivel de entrop�a.

5.5. La generaci�n de neguentrop�a.

Un sistema abierto puede presentarse como aquel que importa energ�a (corriente de entrada), transforma esa energ�a (proceso de transformaci�n) y luego exporta al medio esa nueva energ�a. Con el producto de esa exportaci�n, el sistema est� en condiciones de obtener nuevamente sus corrientes de entrada necesarias para llevar adelante el proceso de transformaci�n que le es propio.

Supongamos:

E1 es la energ�a de entrada.
E2 es la energ�a de salida

Ahora bien, el sistema abierto puede almacenar energ�a. Veamos:

E1 = E�1 + E��1 � E1-E�1 = E��1

E��1 representa una cantidad de energ�a no utilizada en el proceso de transformaci�n. Es una energ�a que permanece (o se acumula) dentro del sistema y sirve para la creaci�n de neguentrop�a.

Un ejemplo: un equipo de jugadores de damas que poco a poco deja de tener inter�s en s� porque todos tienden a jugar igual. El m�ximo nivel de entrop�a se produce cuando todos los jugadores llegan al mismo nivel, es decir poseen una misa jerarqu�a.

Llamemos Ax a la entrop�a del sistema. Entonces si

Ax = E��1 tenemos un sistema que sobrevive
Ax es mayor que E��1 tenemos un sistema en expansi�n
Ax es menor que E��1 tenemos un sistema en descomposici�n

5.6 Entrop�a e informaci�n

Las informaciones son comunicadas a trav�s de mensajes que son propagados desde un punto (fuente) a otro (receptor) dentro del sistema social, a trav�s de los canales de comunicaci�n y utilizando diversos medios. Es evidente que las informaciones contenidas en mensajes pueden sufrir alteraciones durante su transmisi�n.

Esta p�rdida de informaci�n equivale a entrop�a. Ahora bien, la informaci�n como tal puede considerarse como una disminuci�n de la incertidumbre o del caos, y en este sentido, la informaci�n tiende a combatir la entrop�a; la informaci�n es, pues, neguentrop�a.

Por ejemplo, en una habitaci�n a oscuras se tira al suelo una moneda y la probabilidad de que est� en cualquier parte del suelo es la misma. Pero si al caer ha sonado, este sonido nos da un a informaci�n que recibimos y que nos indica una cierta �rea del suelo donde puede estar la moneda. Hemos pasado de una estado de m�xima entrop�a (de igual distribuci�n de las probabilidades) a un estado de menos entrop�a (probabilidades desiguales)

Es decir:

Informaci�n es = a - entrop�a
Informaci�n = neguentrop�a

La cibern�tica ha llegado a definir ambas cosas relacionadas :

Informaci�n Neguentrop�a

N�tese bien que el significado de “informaci�n” no es el mismo en los dos sentidos:

Cuando es neguentropia hacia informaci�n, esta �ltima significa la adquisici�n de conocimientos; cuando es de informaci�n hacia neguentrop�a, significa poder de organizaci�n, en el antiguo sentido de Arist�teles y la transici�n correspondiente parece indicar el proceso elemental de acci�n. Es una acci�n organizada.

5.7. Informaci�n y organizaci�n:

Mientras la entrop�a es una medida de desorden, la informaci�n es una medida de organizaci�n.

Un sistema social implica una restricci�n de las comunicaciones entre sus miembros. Si tomamos un grupo desorganizado de sesenta personas comunic�ndose al azar dentro de un grupo grande, el n�mero potencial de canales es de 1770. Si ellos se encontraran organizados en una red de doce combinaciones de cinco personas, el n�mero de canales dentro del grupo ser�a reducido a diez.

Katz y Khan: “moverse de lo desorganizado a lo organizado, requiere la introducci�n de restricciones para reducir lo difuso y la comunicaci�n al azar”. Se canaliza la informaci�n con el fin de cumplir los objetivos de la organizaci�n. En t�rminos de la teor�a de la informaci�n, la comunicaci�n, sin restricciones produce ruido dentro del sistema. “Sin un modelo, sin restricci�n, sin pensar, sin precisi�n, existe un sonido pero no m�sica”.

A medida que aumenta la informaci�n (y por ende la neguentrop�a) aumenta la organizaci�n. Pero un exceso de informaci�n puede generar entrop�a, es decir la entrada de una corriente de informaci�n superior a la que el sistema social pueda procesar.

La informaci�n “fluye” hacia la organizaci�n desde diferentes fuentes. Una de ellas es el flujo de transacciones entre la organizaci�n y el medio ambiente. Otra fuente es la generada por los propios miembros de la organizaci�n. Aparecen numerosos problemas. En cada uno de estos centros surge la tendencia a “filtrar” la informaci�n antes de transmitirla a la unidad superior.


CAPITULO VI

6. El principio de organicidad:

6.1. El mundo en equilibrio

El mundo (o el universo) puede ser representado como un sistema o una colecci�n de sistemas (o subsistemas) que de una manera u otra interact�an y se interrelacionan los unos con los otros en un proceso de intercambio que lleva millares de procesos de conversi�n. Sin embargo, a nivel global existe cierta tendencia al equilibrio, que se mantiene. Esta tendencia puede ser observada seg�n la mec�nica newtoniana o la TGS.

6.2 La explicaci�n newtoniana

Las leyes de Isaac Newton (1642-1727) sobre movimiento:

Primera: cada cuerpo permanece en estado de descanso o inm�vil, o con un movimiento uniforme en l�nea recta, a menos que sea forzado a cambiar ese estado por fuerzas ejercidas contra �l. (ejemplo bola de billar)
Tercera: a cada acci�n sigue una reacci�n igual: la acci�n mutua de dos cuerpos, del uno sobre el otro es siempre igual y en direcci�n opuesta. Cuando presionamos una piedra con el dedo, el dedo es presionado por la piedra con igual fuerza.

Equilibrio estad�stico: Un sistema se mantiene en equilibrio estad�stico cuando en promedio sus condiciones internas permanecen constantes, o cuando el todo permanece inm�vil durante el tiempo.

6.3. La explicaci�n de la TGS

Lazlo plantea una definici�n de sinergia: Un objeto es un sistema cuando la variabilidad que experimenta la totalidad es menor que la suma de las variabilidades de todas sus partes.

6.4. La evoluci�n en movimiento:

Existen dos fuerzas o comportamientos en el desarrollo de los sistemas:
a) una que resiste los cambios bruscos, s�bitos y severos.
b) Los ciclos son rara vez o nunca similares.

6.5. El principio de la organicidad

Hemos observado que los sistemas tienden tanto a mantener un cierto equilibrio (homeost�tico o estad�stico) as� como a desarrollar entrop�a. Esta aparente paradoja ha sido estudiada por distintos especialistas.

J. O�Manique cita a Theilhard de Chardin, especialmente su idea de la Hiperf�sica. Seg�n O�Manique que cita a Tower, Chard�n logr� dar sentido a dos de las idas cient�ficas mas famosas: la teor�a de la evoluci�n biol�gica (que habla de una organizaci�n cada vez m�s compleja) y, por otra, el principio de la segunda ley de la termodin�mica.

Wiese plantea la opini�n de que junto a las m�s conocidas leyes de la energ�a deber�a existir otra : la “ley de la organizaci�n”. Parece ser que existe una tendencia natural, inherente a los sistemas vivos hacia la organizaci�n.

Los sistemas vivos en general poseen una caracter�stica que los lleva no s�lo a permanecer (o sobrevivir) sino a crecer y expandirse. Es lo que hemos denominado el principio de organizaci�n.


CAPITULO VII

7. Subsistemas de control:

Para llevar a cabo el principio de organizaci�n, es indispensable que el sistema desarrolle una capacidad de asimilaci�n al medio o entorno que rodea al sistema.

Entramos en el campo de la cibern�tica de Wiener.

7.1. la retroalimentaci�n negativa y los sistemas de control

Hemos se�alado que en general los sistemas tienden a mantenerse en equilibrio, sea estad�stico u homeost�tico (estado permanente) y que act�an sobre ellos dos fuerzas: una que trata de impedir los cambios bruscos y otra que impulsa al sistema a cambiar, pero en forma lenta y evolutiva.

La retroalimentaci�n tiende a mantener el sistema dentro del programa o plan que �ste se hab�a fijado para alcanzar su objetivo. En otras palabras, cuando el sistema se desv�a de su camino, la informaci�n de retroalimentaci�n advierte de estos cambios a los centros decisionales del sistema y �stos toman las medidas para iniciar acciones correctivas que deben hacer retornar al sistema a su camino original. En este caso hablamos de retroalimentaci�n negativa.

Un circuito de retroalimentaci�n es denominado frecuentemente como sistema con circuito cerrado.

7.2. Retroalimentaci�n positiva:

En general podemos afirmar que cuando se modifica la conducta del sistema y se dejan constantes los objetivos, nos encontramos ante una retroalimentaci�n negativa, Cuando se mantiene la conducta del sistema y se modifican los objetivos, entonces nos encontramos frente a una retroalimentaci�n positiva.

Por ejemplo una f�brica de planchas met�licas que se propone como objetivo fabricar 3000 planchas al mes. Al cabo del primer mes produce sin embargo 3500 y en el mes siguiente 3700. Es decir, tiende siempre a aumentar la producci�n, aplica una retroalimentaci�n positiva.

Trat�ndose de retroalimentaci�n positiva el control es casi imposible, ya que nos disponemos de est�ndares de comparaci�n, pues los objetivos fijados al comienzo no son tomados en cuenta

7.3. Sistemas de desviaci�n-amplificaci�n

Existen sistemas cuyo efecto o comportamiento es t�pico de desviaci�n y amplificaci�n, es decir, encierran procesos de relaciones causales mutuas que amplifican un efecto inicial que puede ser insignificante y casual, producen una desviaci�n y divergen de la condici�n inicial (ej.: acumulaci�n de capital en la industria, la evoluci�n de un organismo vivo y aquellos procesos denominados “circulo vicioso” e “inter�s compuesto”.

Estos procesos parecen ser opuestos a aquellos en que la desviaci�n es corregida y se mantienen en equilibrio. Pero ambos mantienen una caracter�stica esencial en com�n. Los elementos del sistema se influencian entre s� ya sea en forma simult�nea o alternativa. La diferencia est� en que los sistemas desviaci�n-correcci�n poseen una retroalimentaci�n negativa entre sus elementos mientras que los sistemas desviaci�n-amplificaci�n poseen una retroalimentaci�n positiva. Maruyama denomina a los primeros “morfostasis” y a los segundos “morfog�nesis”.

Un ejemplo del primer caso es el del aumento de salarios y de la poblaci�n humilde, que se imaginaban por entonces que pod�a llegar a ser directamente proporcional. Modelo morfost�tico.

Un ejemplo del segundo es que mientras mas capital existe m�s r�pida es la tasa de su aumento. Este es un modelo morfogen�tico.


CAPITULO VIII


8. La Definici�n de un sistema

Sistema: conjunto de partes coordinadas para alcanzar ciertos objetivos.

Para describir y definir un sistema total debemos seguir los siguientes pasos:

a) Los objetivos del sistema total
b) El medio en que vive el sistema
c) Los recursos del sistema
d) Los componentes del sistema
e) La direcci�n del sistema

8.1 Los objetivos del sistema total

No es tarea f�cil. A veces se confunden con la mera declaraci�n de principios. Son objetivos “no operacionales”. No se los puede tomar al pi� de la letra pero tampoco se los puede dejar totalmente de lado.Sirven como herramientas de cohesi�n del grupo humano del sistema.

El prop�sito del investigador debe ser el de determinar los objetivos verdaderos y operacionales. Operacionales en el sentido de que pueden ser medidos y que a trav�s de dicha medici�n se pueda determinar la calidad de la actuaci�n del sistema, o la forma como esta operando �ste. Ejemplo del estudiante: busca la obtenci�n de las mejores notas -y esto es medible- pero su objetivo es aprender.

8.2 El medio del sistema

Una vez que el investigador ha logrado clasificar los objetivos del sistema (o la medici�n de su actuaci�n) el aspecto siguiente que debe estudiar y considerar es el medio que lo rodea. Aquello que est� fuera, su frontera.

Pero el medio no es s�lo aquello que se encuentra fuera del sistema sino que tambi�n es algo que determina, en parte, la conducta de �ste. (Por ej. Una granja agr�cola depende del clima)

8.3. Los recursos del sistema

Cuando hablamos de recursos del sistema nos estamos refiriendo a su interior, es decir, a los recursos internos. Por lo tanto no deber ser confundidos con los recursos externos, con las llamadas “corrientes de entrada”.
Los recursos del sistema son los arbitrios de que dispone para llevar a cabo el proceso de conversi�n y para mantener la estructura interna.

En general, los recursos del sistema, como opuestos al medio, son todo aquello que el sistema puede cambiar o utilizar para su propia ventaja.

8.4 Los componentes del sistema:

Los recursos propios forman la reserva general del sistema a partir de la cual se puede desarrollar su conducta para alcanzar sus objetivos reales. Las acciones espec�ficas que se llevan a cabo las realizan sus componentes, sus partes o subsistemas.

8.5 La direcci�n del sistema

Esta es aquella parte del sistema donde se generan los planes. Es su “inteligencia” y su central de decisiones. Es donde se consideran todos los aspectos anteriormente comentados.

Ejemplo: el capit�n de un barco que tiene la responsabilidad de asegurar que el barco llegue al puerto de destino dentro de un tiempo prescripto y de acuerdo con un plan de navegaci�n (escalas)

Este es el objetivo general del sistema. Su actuaci�n se medir� en t�rminos de la meta. El medio del barco es el conjunto de condiciones externas que la nave debe enfrentar: el tiempo, la direcci�n del viento, la fuerza de las olas, las corrientes marinas, etc. Desde el punto de vista del capit�n tambi�n puede considerarse como medio a las m�quinas y la tripulaci�n, ya que �stos se encuentran dados durante el viaje y siempre que la respuesta a la primera pregunta (�puedo hacer algo?) sea negativa y la de la segunda pregunta �Tiene relaci�n con mi objetivo? Sea afirmativa.

Los recursos del barco son las m�quinas, la tripulaci�n, el combustible. Los componentes del sistema son las misiones de la sala de m�quinas, las misiones de manutenci�n, de vigilancia, etc...

La direcci�n del barco corresponde al capit�n que es quien establece el plan general de la nave y vigila su desarrollo correcto.

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