1. Exposición sobre
la forma y desarrollo del método dialéctico del
pensar
1.1 Introducción
El
presente capítulo tiene como objetivo la exposición
de la forma más general del método dialéctico
del pensar, y su desarrollo, partiendo del texto tal vez más
explícito de Marx sobre la cuestión metodológica: la "Introducción” a
la Contribución a la crítica de la economía
política (1857).
Comenzaremos
nuestra exposición partiendo del propio texto, pero reordenándolo
temáticamente, lo cual implicará la ruptura de la "letra" del
texto, a la luz de su contexto. Esto es: haremos que el texto "hable" en
función del sentido más general de su contexto y de otros textos
metodológicos marxistas.
El segundo
paso consistirá en una ' 'primera aproximación al discurso de
Marx" acerca de la base del texto inicial.
Finalmente,
ahondaremos en las premisas iniciales, desarrollando ulteriores consecuencias.
Evidentemente
que una serie de afirmaciones que aquí efectuemos no podrán hallar
su justificación en el margen de este capítulo; por ello, la
comprensión cabal de lo expuesto en el presente, hallará un horizonte
más amplio en los dos siguientes.
1.2 Propuesta del discurso de Marx
1.2.1. "Parece lo correcto comenzar por lo que hay
de concreto y real en los datos".
1.2.2. Así cuando estudiamos un país determinado
desde el punto de vista de la economía política,
comenzamos por su población, la división de
esta en clases, su establecimiento en las ciudades, en los
campos, a orillas del mar; las distintas ramas de la producción,
la exportación y la importación, la producción
y el consumo anuales, los precios de las mercancías, etc."
1.2.3. "Pero bien mirado, este método sería
falso. La población [que 'en economía es considerada
base y sujeto de todo el acto social de la producción']
es una abstracción si deja a un lado las clases de que
se compone. Estas clases son a su vez una palabra sin sentido
si ignoro los elementos sobre los cuales reposan, es decir, el
trabajo asalariado, el capital, etc. El capital, por ejemplo,
no es nada sin trabajo asalariado, sin valor, dinero, precios,
etc."
1.2.4. "Si comenzase, pues, por la población,
resultaría
una representación caótica del todo [...]".
1.2.5. "En este método [el expuesto en 1.2.2], la
representación plena se volatiliza en la abstracta determinación".
1.2.6. "Para que el método sea
correcto [...], llegados a este punto [las 'determinaciones abstractas'
mencionadas en 1.2.4 y 1.2.5] habría
que volver a hacer el viaje a la inversa, hasta dar de nuevo
con la población, pero esta vez no con una representación
caótica de un todo, sino con una rica totalidad de determinaciones
y relaciones diversas"
1.2.7. Este ''último método es manifiestamente
el método científicamente exacto".
1.2.8. ¿Por qué?, porque "lo concreto
es concreto porque es la síntesis de muchas determinaciones,
es decir, unidad de lo diverso".
1.2.9. Este método "consiste en elevarse de lo
abstracto a lo concreto [y] no es sino la manera de proceder del
pensamiento para apropiarse lo concreto, para reproducir lo mentalmente
como cosa concreta".
1.2.10. "Por eso lo concreto aparece en el
pensamiento como el proceso de la síntesis, no como punto
de partida, aunque sea el verdadero punto de partida, y por consiguiente,
el punto de partida también de la percepción y de
la representación1.
[ Arriba ]
1.3 Primera aproximación al
discurso marxista
1.3.1. En 1.2.1 se establece el principio genérico
de que el método correcto debe comenzar por lo concreto
y real de los datos. El hipotético "parece" que
se debe a que en 1.2.2 se analizará una forma
histórica de comenzar por lo "concreto" (la
de los economistas del siglo XVII), que de inmediato será puesta
en tela de juicio.
1.3.2. En 1.2.2 se presenta abreviadamente el modo de proceder
metódico de los economistas del siglo XVII, que
podríamos denominar "analítico abstracto".
En efecto, en tales análisis se procederá a
investigar hasta las mas sutiles determinaciones de una realidad,
lográndose una especie de balance ordenado de notas, pero
de ningún modo se habrá alcanzado lo real. Marx
afirma que se encontrarán con una "representación
caótica del todo", pero el todo, en su orgánica
riqueza de determinaciones, estará ausente.
1.3.3. ¿Cómo procede este método que hemos
denominado "analítico-abstracto"? parte
de un sujeto (así, en economía politica, parte
de la población, considerada el sujeto del acto social),
y efectúa una especie de deducción de notas, hasta
llegar a "las más sutiles
determinaciones". Así, al analizar la población,
comienza a deducir
notas: la división de ésta en clases, el asentamiento
de éstas en diversos lugares, la producción
a la que están abocadas, etc., etc.
¿Qué dice
Marx a esto? hace ver cómo el mero proceso deductivo de
determinaciones (en "linea ascendente") no capta la organicidad de
lo real, y deja escapar justamente su "concretidad"; ¿por
qué? porque por ejemplo: si hablo o parto de la población.
y digo que esta dividida en clases, tal determinación deviene
abstracta si no logro visualizar el contenido concreto sobre
el cual reposa la división clasista de la población,
es decir, trabajo asalariado y capital. Pero esta misma determinación
{trabajo asalariado y capital) devendría ella misma abstracta,
si a su vez soy incapaz de determinar el contenido concreto en
la que se halla realizada, es decir, valor, dinero, precios,
etc.
1.3.4. Vale decir que la búsqueda
del punto
de partida del método, es decir, lo concreto y real, no
puede vehiculizarse a través de un proceso analítico-deductivo-lineal,
porque a lo sumo alcanzaremos lo que Marx llama "una
representación caótica del todo". El
todo-orgánico-viviente que el pensamiento pretendía abordar y
adquirir, se ha volatilizado en "abstractas
y sutiles determinaciones".
Si tuviéramos
que usar una figura para ejemplificar el movimiento de la búsqueda teórica
de lo real, deberíamos utilizar la imagen de un "ascenso en espiral".
En efecto: esta imagen nos permite apreciar cómo, al abordar un aspecto
del dato inicial, deberemos retornar al mismo, pero desde otra perspectiva,
que enriquezca la inicial percepción; y a su vez, al efectuar ese nuevo
retorno (y todos los que debamos realizar), estaremos simultáneamente más
lejos y más cerca del dato primitivo, a través de una perspectiva
que cuantitativa y cualitativamente está siempre en crecimiento.
1.3.5. Este permanente movimiento de acercamiento-alejamiento-acercamiento
al dato que se investiga (que consiste en "penetrar" el dato, pero
a su vez, que exige no "perderse" en el mismo, saber retirarse para
percibirlo en unidad orgánica con los demás elementos
de su contorno; y nuevamente volver otra vez al dato, pero en el
horizonte de una perspectiva renovadamente enriquecida), Marx lo
ejemplifica en la imagen de un "viaje de regreso". Este
consiste en "reconquistar" la unidad orgánica
del todo, volviendo desde aque-
llas determinaciones sutiles (y abstractas) a las que había
llegado el método de los economistas del siglo XVII. Marx
atribuye parte de este acierto a los economistas del siglo XVIII,
quienes supieron aprovecharse de las investigaciones "abstractas" de
sus antecesores, incluyéndolas en un nuevo movimiento de
retotalizaci6n sintética.
1.3.6. De ninguna manera podría concluirse que
Marx piensa que el método "científicamente correcto" sea
el que conjugue, sin más, ambos movimientos: el "ascenso" hasta
las determinaciones abstractas, más el "descenso" retotalizante.
Esta ocurrencia ecléctica
definitivamente está fuera de los textos y contexto marxistas.
El método “científicamente correcto” es
aquel que en un solo movimiento investigativo conjuga
simultáneamente la destotalización analítica
y la retotalización sintética, en cada uno de sus
momentos e instancias. De esta forma, el método puede acceder
a lo concreto y real, "pero esta vez no con una representación
caótica de un todo, sino con una rica totalidad de determinaciones
y relaciones diversas".
1.3.7. Marx afirmó en 1.2.1 que lo concreto es
el punto de partida. Pero hará dos afirmaciones,
aparentemente contradictorias (en 1.2.8 y 1.2.10):
Por un lado: "lo
concreto es concreto, porque es la síntesis de muchas determinaciones". Por
otro: "[...] lo concreto aparece en el pensamiento como el
proceso de la síntesis, como resultado, no como punto de
partida aunque sea el verdadero punto de partida y, por consiguiente,
el punto de partida también de la percepción y de
la representación".
De acuerdo
a esto, tendríamos la siguiente secuencia de afirmaciones:
- lo concreto
es (debe ser), punto de partida;
- lo concreto
es síntesis, resultado, no (como) punto de partida;
- lo concreto
es, en realidad, el verdadero punto de partida;
- lo concreto
es punto de partida de la percepción y representación;
- el
método (correcto) consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto.
1.3.8. Esta secuencia de afirmaciones nos lleva a plantear
algunos interrogantes de fondo, cuya respuesta consistirá en
elaborar una "segunda aproximación al discurso marxista",
en el pr6ximo apartado. Los interrogantes son los siguientes:
-¿Qué se
entiende por punto de partida (del método), en
relación a lo cual se dice que lo concreto es y no es punto
de partida?
-¿Qué se
entiende por eso de que lo concreto también es punto de partida de la
percepción y la representación?
-¿Qué quiere
significar que el método consiste en "elevarse de lo abstracto
a lo concreto"?
-Finalmente: ¿desde
dónde parte ese "elevarse", y en que consiste
exactamente?
[ Arriba ]
1.4 Segunda aproximación
al discurso marxista
Para introducirnos
en la tarea que el epígrafe señala, comencemos retomando los
interrogantes finales del punto anterior.
1.4.1. ¿Qué se entiende por "punto
de partida"? Es evidente que en el texto de la "Introducción",
la frase "punto de partida" esta tomada en una doble
significación. Ahora bien, podría uno creer que esta
ambivalencia responde a la conocida distinción que Marx
estableció entre proceso de investigación y proceso
de exposición, en el "Epílogo" a la segunda
edición alemana de El Capital. Allí se dice: "Ciertamente,
el procedimiento de investigación debe diferenciarse, por
la forma, del de exposición". A continuación,
postulará que "la exposición del movimiento
real" de lo concreto só1o puede efectuarse precedida
por la investigación, que así describe: "[ésta]
debe captar con todo detalle el material, analizar sus diversas
formas de desarrollo y descubrir la ligazón interna de éstas".
Podría creerse -repetimos- que uno es el punto de partida
de la investigación (lo abstracto), y otro el de la exposición (lo concreto).
Pero en realidad, "investigación" y "exposición" son
dos momentos internos al discurso dialéctico, lo cual es
en realidad nuestro problema 2.
La cuestión
es ésta: ¿en qué sentido se dice que lo concreto
es el punto de partida del discurso dialéctico, y en qué sentido
se afirma que este consiste en "elevarse de lo abstracto a lo concreto?,
y asimismo, ¿Qué debe entenderse por aquello de que lo concreto
es también "punto de partida de la percepción y la representación"?
Resolviendo
esto estaremos en condiciones de solucionar lo planteado en los interrogantes
anteriores.
1.4.2. Evidentemente que cuando Marx afirma que lo concreto no es
punto de partida del método (recordemos: "lo concreto
es síntesis, resultado, no como punto de partida..."),
lo dice en la medida en que quiere hacernos patente que el comienzo
temporal del método no está en lo concreto,
porque lo concreto nunca se da en la inmediatez, sino
que es resultado, síntesis (recordemos: "lo concreto
es concreto porque es la síntesis de muchas determinaciones...").
Sin embargo,
se dice simultáneamente que "el verdadero punto de partida es lo
concreto". Pero esta afirmación no contradice la anterior; porque
la autoconstitución del .método es el estar ya "instalados" en
lo concreto, por tanto, donde acto de producción y producto se
identifican especulativamente. Pero no como lo pensó Hegel; Marx lo
señala expresamente en la "Introducción": "Hegel
dio en la ilusión de concebir lo real como resultado del pensamiento
que se absorbe en sí, desciende en sí, se mueve por sí”.
Marx distingue una "génesis de lo concreto mismo", exterior
al pensamiento, y una génesis especulativa de lo concreto, que
dice, es "la manera de proceder del pensamiento para apropiarse lo concreto,
para reproducirlo mentalmente [especulativamente; A.P.] como cosa concreta". 3
1.4.3. Aun subsiste un interrogante: cuando se dice que el método
consiste en "elevarse de lo abstracto a lo concreto", ¿quése
entiende por ese "abstracto" que funge como término desde-dónde?
Si el punto
de partida del método dialéctico es lo concreto, ¿desde
dónde se origina el movimiento de autoconstitución de lo
concreto? en otros términos: ¿qué es exactamente, ese "abstracto"?
En el texto
de la "Introducción" se expone la forma general del método,
ciertamente en un modo por demás sintético y abreviado. Recordemos
que en la edición original de la Contribución a la Crítica
de la Economía Política, la "Introducción" fue
suprimida. Marx nos dice en el "Pró1ogo" que decidió excluirla
para "no anticipar resultados". Evidentemente que prefería
una concreta exposición del método, que no fuera solamente teórica.
A esta relativa poca importancia asignada a la mera exposición abstracta
de la forma del método, tal vez debemos imputarle la brevedad expositiva,
su densidad (que presupone la doctrina hegeliana del concepto) y las abundantes
oscuridades existentes. Entre estas, la ausencia de una explícita distinción
entre "punto de partida" y "comienzo" del método;
el significado de ese "abstracto" como comienzo o desde-dónde del
método, etc. Sin embargo, asumiendo el contexto de la "Introducción" y
otros textos a que recurriremos, trataremos de desarrollar las implicaciones
del propósito marxista.
1.4.4. Clarifiquemos un posible error: el "abstracto" de
la frase "elevarse de lo abstracto a lo concreto", nada
tiene que ver con la abstracción científica, instrumento
indispensable del método. La temática de la abstracción
científica la abordaremos más adelante, en el apartado
sobre la mediación dialéctica. En otras
palabras: de ningún modo Marx pretendió afirmar que
el método consistiera en ir de los conceptos (abstractos),
a la realidad (lo concreto). Este movimiento unilateral es el propio
del idealismo. En la enigmática frase "elevarse de
lo abstracto a lo concreto" se esconde una de las claves del
método, que Marx no explicitó textualmente, pero
que ciertamente se patentiza en el contexto.
Cuando.
Marx en la "Introducci6n" se refiere al método que hemos denominado "analítico-abstracto",
el de los economistas del siglo XVII, ¿en qué sintetiza contextualmente
su crítica?, en última instancia constata que el método "analítico-abstracto" es incapaz
de superar especulativamente la indeterminación de la totalidad desde
donde parte. Por eso es que el punto de llegada de ese método seguirá siendo
tan indeterminado (o abstracto) como su origen. Esa es la razón de que
no sea científico, porque estrictamente no ha acontecido
el saber, la ciencia. No se ha dado un avance cualitativo entre la indeterminación
inicial, y el "todo caótico" producto del
proceso.
El comienzo desde-dónde
se origina el método, es lo abstracto, es decir, lo indeterminado. Y ¿dónde
se halla, y qué es ese "abstracto"? Es la experiencia
social concreta, concreta pero no-sabida, y por eso, indeterminada o abstracta.
En otra palabras: es la ambigüedad concreto-abstracta de la cotidiana
experiencia histórico-social.
Esto último,
que textualmente no está en la "Introducción", se desprende
plenamente de su contexto. Cuando Marx se refiere a los métodos de la
economía política, presupone un comienzo desde-dónde aquellos
se constituyen. Y ese desde-dónde no es la nada ni la pura
indeterminación. EI método, en cuanto intento de acceso al saber,
a la ciencia, al concepto, a lo determinado, se mueve desde un todo ambiguo (totalidad
histórico-social concreto-abstracta) hacia un todo determinado. La
ciencia es ese tránsito.
Hablamos
de un "todo concreto-abstracto" como punto de arranque u origen del
método. ¿En qué consiste ello? Nos referimos expresamente
a la cotidiana experiencia histórico-social. Su característica
primordial es la ambigüedad. 4 Tal
ambigüedad radica en conjugar
simultáneamente la concreción, realidad y materialidad de la
existencia social, con la indeterminación de la existencia
social no-sabida, o parcialmente no-sabida. O sea: en la medida en que la verdad
de las estructuras de coexistencia social (y en tal medida, la consistencia
de los propios sujetos) es in-transparente a la conciencia colectiva, 5 en
esa misma medida el hombre social esta en-ajenado del todo que lo constituye,
y en el que se sustenta; ese todo es para el -objetivamente- una abstracción.
Pongamos un ejemplo: cuando un pequeñoburgués cree con natural
obviedad que el Estado tiene como función la de ser "árbitro" de
los intereses y necesidades de las distintas clases y grupos sociales, estando "por
encima" de los mismos, ¿por qué decimos que objetivamente
es alienado?, porque su expresión revela la enajenación de la
conciencia de clase de la burguesía que, al desconocer objetivamente
las leyes internas que rigen la existencia social, vive un mundo de ilusiones
abstractas e ideológicas (como la del ejemplo que propusimos).
En esta
medida, pues, decimos que la totalidad concreta de la existencia histórico-social
es, simultáneamente, abstracta, indeterminada, y lugar
necesario de arranque del movimiento del método.
1.4.5. Estas breves consideraciones nos ponen en la pista
de una profundización del método dialéctico,
siguiendo la inicial exposición marxista. Pero para poder
profundizar efectivamente nuestra investigación, tendremos
que recurrir a una categoría fundamental que textual y contextualmente
esta en toda la tradición dialéctica marxista;
nos referimos a la categoría de totalidad. Va a
ser a través de la categoría de totalidad que
podremos diseñar con mayor profundidad y exactitud la forma
del método. Ahora bien: de la forma del método ¿qué tenemos
ganado hasta ahora, provisoriamente?, que el método
se autoconstituye en un movimiento que va desde una totalidad concreto-abstracta
(esto es, no-sabida parcialmente, indeterminada) hacia otra totalidad concreta (sabida,
determinada), por mediación de... (esto aún
no lo hemos investigado, ni incluso el propio concepto de "mediación";
todo ello será objeto de nuestro estudio más adelante).
[ Arriba ]
1.5
Profundización en la forma del método
1.5.1. La categoría de totalidad
La
importancia de esta categoría está plenamente reconocida
en la tradición marxista. Lukacs afirma en 1923 que "el
dominio de la categoría de totalidad es el portador del
principio revolucionario en la ciencia". 6 De
uso dialéctico
en Hegel y Marx, la categoría de totalidad requiere, sin
embargo, un cuidadoso tratamiento, a .fin de que no devenga la
panacea que explica todo ¡y no soluciona nada! En
favor de este cuidadoso tratamiento, comenzaremos planteando una
primera diferenciación en la categoría de totalidad,
que responda a dos momentos capitales que enmarcan el movimiento
de autoconstitución del método: lo concreto-indeterminado
o abstracto (es decir totalidad concreto-abstracta), y
lo concreto-determinado (totalidad concreta). En función
de ello hablaremos de la totalidad concreto-abstracta como "lugar
de arranque" de la autoconstitución del método. 7 Ya
anteriormente hemos señalado que esta totalidad es el "todo-concreto-vivido-no
sabido", esto es, lo concreto-abstracto como ambigüedad
de la cotidiana existencia histórico-social.
"Lo concreto de la experiencia no se da como una yuxtaposición
caótica; en ella hay centros de referencia que se afirman
más o menos claramente, y se esbozan direcciones preferidas;
anteriormente a toda reflexión, nos adherimos a un todo, operamos
espontáneamente clasificaciones en el campo total de nuestra
experiencia. [...] El conocimiento no parte de la nada, no surge
en una perfecta ausencia de significaciones". 8
O
sea, que el comienzo del movimiento de autoconstitución
del método ni es la "abstracción científica" (porque éste
es un momento interno del propio método), ni la ausencia
de significación, sin más. El comienzo del método
está situado, y su lugar es la ambigüedad concreto-abstracto
de la experiencia social. Esta experiencia no es un "caos
de sensaciones", sino un todo ambiguo de significaciones
y prácticas, previo a la conciencia y decisión
individuales, cuyo origen deberá buscarse en la constitución
misma del hecho social.
En el horizonte
de esta totalidad (concreta-indeterminada) es donde el individuo y el grupo
oscuramente se autocomprenden, se relacionan entre sí y con el universo.
Pero la experiencia histórico-social como totalidad es vivida inmediatamente, y
será a partir de la presencia de la crítica (tanto teórica
como práctica) que la ambigüedad de lo concreto-abstracto devendrá contradicción
socialmente conocida, porque previamente a la crítica, las contradicciones
de la existencia social -si bien son objetivas- son percibidas, en la mayoría
de los casos, como parte de procesos naturales o fatales. 9
1.5.2. Del todo concreto-abstracto, al todo concreto
en vías de determinación, primer momento de autoconstitución
del método
El
comienzo del método en la totalidad concreto-abstracta
es, de hecho, la aparición o presencia de la crítica
en su primera instancia. Y ¿qué función ha
de cumplir la crítica?, la inicial percepción del
todo de la experiencia social-histórica como totalidad. Ello
significa situar inicialmente la conciencia social ante
la propia realidad como todo, percibiendo sus relaciones internas,
la interdependencia de sus momentos constitutivos, la objetividad
y origen histórico de sus contradicciones, y las posibles
vías de resolución.
La crítica,
en primera instancia, significará el movimiento que va desde el todo
concreto-abstracto, al todo concreto-sabido-en vías de determinación,
porque las contradicciones sólo han sido percibidas, pero no elaboradas
ni resueltas.10
Para la
efectuación de este movimiento que procede de un todo a otro todo (de
lo concreto-abstracto a lo concreto-en vías de determinación)
tiene lugar un primer momento analítico o proceso de investigación,
que adquirirá todo su desarrollo en el segundo momento del método.
Marx definía así el cometido de este momento analítico:
"La investigación debe captar con todo detalle el
material, analizar sus diversas formas de desarrollo y descubrir
la ligazón interna de estas".11
El todo concreto-abstracto inicial ha adquirido un primer grado
de transparencia a la conciencia social, y en igual medida, un
menor grado de abstracción e indeterminación. Este
paso ha sido mediado por la investigación, y el
método ha quedado autoconstituido en un primer grado o momento,
como totalidad concreta-sabida-en vías de determinación. El
movimiento hacia la autoconstitución de lo concreto
-el "verdadero punto de partida"- está iniciado,
y deberemos seguir su exposici6n.12
1.5.3. La mediación dialéctica,
segundo momento de autoconstitución del método.
El
de "totalidad" no es un concepto, sino una categoría. Por
tanto no representa abstractamente un cierto contenido. Más
bien, representa "nada". La categoría es como
un espacio, pero no cuantitativo, sino cualitativo, comprensivo, donde
aparecen elementos de una cierta forma, según el proyecto de
ese "espacio". Cuando decimos "totalidad",
ese decir no apunta a nada particular, y sin embargo está presupuesto en
nuestra referenda a las cosas particulares. Es más, sin
esa presuposición las cosas particulares se pulverizan en
una elemental percepci6n mecánica. Una mano, un rostro,
el cabello, etc. son este hombre concreto, porque esta
presupuesta la experiencia del todo de la humanidad del
hombre.13
Esquema del
movimiento del método que hemos expuesto:
Con
esto queremos concluir lo siguiente: que el todo (la actualidad
de su proyecto), siempre necesariamente esta mediatizado en
las partes. No hay experiencia del todo sino en y por sus elementos;
y a la vez, la experiencia de las partes se funda en la percepción
del todo. La verdad está en ambas afirmaciones, a la vez,
dialécticamente.
"[...] las relaciones que se instauran entre las partes de
un todo dialéctico no son jamás directas
e inmediatas: pasan por un tercer término, que es el todo. Por
consiguiente, existe siempre, entre las partes, un elemento común
que hace que las unas invadan a las otras y que todas las posibles
relaciones entre ellas estén fundamentadas sobre esta complementariedad
que une las partes al todo".14
Ahora bien:
"Ya sabemos que un todo dialéctico no es
tan só1o la suma de elementos yuxtapuestos; no se da después
de estos, sino antes; no se le puede considerar como el resultado
de su adición, sino que hay que concebirlo más bien
como una especie de preexistencia del todo que le permite mediatizar sus
partes".15
El
método dialéctico debe -en cierta instancia de su
autoconstitución- enfrentar el análisis de los momentos
del todo; en forma estricta: mediar dialécticamente
esos momentos o partes. Analizar las partes en función del
todo, y al todo en su estructuración particularizada. Esta
es la significación más general de la mediación
dialéctica. Claro que tal significación es mucho
más compleja, y nos llevará gran parte del análisis.
Habérselas
con las partes no significa haber hallado aún lo concreto, porque
lo concreto es la actualidad (especulativa) del todo, esto es, la
estructuración de múltiples partes en el horizonte de la totalidad.
Las partes son mediatizaciones del todo, y la mediación dialéctica
nos permitirá movernos progresivamente en el todo, pero a través de
las partes.
"El pensamiento dialéctico va de lo concreto a lo
concreto, pasando por lo abstracto; de la síntesis a la
síntesis, pasando por el análisis de las determinaciones;
del todo global al todo global, pasando por los
todos parciales".16
El
análisis de las partes o "todo parcial", como
le denomina Jolif, nos enfrenta a la inmediatez del todo, punto
estratégico de todo posible proceso de desestructuración-reestructuración
del todo. En efecto: es en la relación de las partes entre
sí, y de éstas con el todo, donde -y únicamente
donde- tenemos un concreto acceso al todo, esto es, donde tenemos
la posibilidad de análisis del todo. El análisis
de la inmediatez del todo es el estudio de las relaciones entre
las partes, esto es, el estudio de las contradicciones.
1.5.4. El sistema de las contradicciones es por demás
complejo. Reducir la contradicción a autoexclusión
o guerra, es sin más, una simplificación injustificable.
Tan injustificable como el mero desconocimiento de la contradicción.
Sartre hace
una aguda observación referida al estalinismo o "formalismo marxista",
que toca muy de cerca este despropósito relativo a
la contradicción (ya sea su simple desconocimiento, o, como en este
caso, su reducción a una simple autoexclusión o peor, su supresión);
dice así:
"El método se identifica con el Terror por su inflexible
negativa a diferenciar, su fin es la asimilación
total con el menor esfuerzo. No se trata de realizar la integración
de lo diverso como tal, manteniendo su autonomía relativa,
sino de suprimirlo; de esta manera el movimiento perpetuo hacia
la identificación refleja la práctica unificadora
de los burócratas. Las determinaciones es-pecíficas
despiertan en la teoría las mismas sospechas que las personas
en la realidad". 17
A
través del estudio de las contradicciones pretendemos, en
primer lugar, lo que Sartre llama situar 18 (la
diferencia en la totalidad). Este "situar" será simultáneamente
el estudio de las contradicciones, que nos llevará a continuación
a investigar el problema de la negatividad o capacidad
de resolución o superación de las contradicciones.
Seguiremos, pues, esta linea de trabajo.
1.5.5. ¿Qué es una contradicción?
En
primer lugar tendríamos que decir que es la oposición
que se instaura entre la facticidad -como todo clauso
y definitorio- y las potencialidades histórico-evolutivas
debidas, que integran ese todo. Así, tanto es una contradicción,
en términos genéricos, negarle agua y sol a una planta,
como iniciativa al alumno, como autonomía a una organización
sindical, etc. Aquí tenemos contradicciones cualitativamente
diferentes, ya por su contenido como por las vías de su
resolución. Pero el denominador formal común es el
que en un ámbito se haya instaurado un ordenamiento que
niega la historización debida de elementos del mismo, oponiendo
a ambas fuerzas. Decimos que este es el esquema genérico
de la contradicción, porque a renglón seguido debemos
investigar las distintas formas que adopta la oposición como
tal; ello nos dará distintos tipos de contradicciones, y
por tanto, diversas vías de su resolución.
Si la contradicción
es la "ley que preside todo desarrollo", su naturaleza ha de ser
por demás compleja, y de ningún modo podrá reducirse al
unívoco concepto de mutua exclusión (A y no-A).
Mao-Tse-tung
diferencia dos tipos fundamentales de contradicciones: las contradicciones
antagónicas y las no-antagónicas 19 Su
naturaleza diferente proviene del elemento "antagonismo" presente
en uno de los tipos. Mao "define" el antagonismo diciendo:
"[...] la solución de la vieja contradicción
y el nacimiento de una nueva cosa se producen, finalmente, bajo
la forma de conflicto abierto". 20
Esto último,
evidentemente, porque la naturaleza de la oposición incluye
la "mutua negación" como necesaria exclusión
de una de las partes. El autor nos aclara que estas oposiciones
no son mecánicas ni sustancialistas: vale decir, que el
curso histórico-social puede llevar, por ejemplo, a que
una contradicción no antagónica devenga antagónica,
y viceversa. El análisis político de coyuntura es
el que puede dictar formalmente el contenido y forma de cada contradicción.
1.5.6. Mao hace una nueva diferenciación de valioso
significado: distingue entre contradicción principal y
secundarias; y aspecto principal de la contradicción y
aspectos secundarios. Así define la contradicción
principal:
"En el proceso de desarrollo de una cosa compleja hay muchas
contradicciones y, de ellas, una es necesariamente la principal,
cuya existencia y desarrollo determina o influye en la existencia
o desarrollo de las demás contradicciones". 21
Y
al aspecto principal de la contradicción lo define
en estos términos:
"En toda contradicción, el desarrollo de los aspectos
contradictorios es desigual [...]: de los aspectos contradictorios,
uno ha de ser el principal, y otro el secundario. El aspecto principal
es el que desempeña el papel dirigente en la contradicción.
La naturaleza de una cosa es determinada fundamentalmente por el
aspecto principal de su contradicción, aspecto que
ocupa la posición predominante”. 22
En
un esquema simplificado, así sería la propuesta de
Mao:
Esto
nos muestra la complejidad del sistema de las contradicciones 23,
y consecuentemente, la complejidad de su resolución. Mao
dice: “Contradicciones cualitativamente diferentes sólo
pueden resolverse por métodos cualitativamente diferentes". 24 Esta
frase es indicativa de toda la problemática del método
al enfrentarse con el análisis de las partes dentro del
todo. Tal problemática esta señalada por Sartre cuando
se interroga: “¿qué es situar (dialécticamente)?". 25
La respuesta indicativa -todo un programa- dice:
"El progreso [teórico] consiste en aclarar las estructuras
más profundas por la originalidad del hecho encarado, para
poder luego determinar esta originalidad por las estructuras fundamentales". 26
Vale
decir, que la especificidad de este momento de autoconstitución
del método no consiste ni en la determinación a priori
de lo particular por la imposición de los esquemas de la
estructura del todo; ni en la determinación de un particular en-sí, que
después sería imposible integrar al todo. La propuesta
de Sartre, en la medida que es dialéctica, implica un movimiento
progresivo de codeterminación, que va clarificando
la singularidad y novedad de la parte, a la luz de la significación
del todo; y el significado del todo en la estructura inédita
de la parte.
"Situar",
pues, es la investigación de los momentos particulares del todo, con
el doble propósito de captar su especificidad en el todo, y
la totalidad en su articulación particular, mediatizada. "Situar" es
habérselas con la consistencia contradictoria de las partes,
esto es, la investigación de las contradicciones y su resolución,
para que el método se cumpla en su autoconstitución hacia-lo-concreto.
La historia
humana, a diferencia de la evolución de las especies naturales, no tiene
una predeterminación de su curso, como un tipo de "memoria" de
la especie que debe inexorablemente realizarse en los individuos. El progreso
histórico es, en gran medida, imprevisible e impredecible. Permanentemente
su avance se ve bloqueado. El desarrollo del todo humano no es de ninguna manera
no conflictiva; al contrario: permanentemente el conflicto revela las tensiones
internas, la equivocidad de los "tanteos" históricos, la oposición
de las fuerzas inmanentes, la ambigüedad del proyecto humano, Só1o
la intervenci6n "práctico-crítica" de los hombres
puede hacer de la contradicción y del conflicto, su superación,
su resolución.
El pensar
dialéctico, al penetrar objetivamente la realidad, asume esta historia,
no la historia natural de una especie. Ello exige por tanto, la negación
lisa y llana de "leyes a priori" de la dialéctica. 27 Implica,
por tanto, el siempre novedoso acogimiento de la especifi-cidad del
hecho particular (y hablar de "especificidad" no quiere decir "el
en-sí de un particular"), su no disolución en
el formalismo a priori de esquemas preestablecidos.
Finalmente,
entonces, la investigación de las partes es el estudio de su especificidad, de
su consistencia contradictoria del tipo y grado de contradicción,
y de las vías de resolución. 28
1.5.7. La mediaci6n dialéctica como resolución
de las contradicciones
El
segundo momento de autoconstitución del método,
que estamos analizando, desemboca en la mediación dialéctica
como superación o resolución de las contradicciones.
Las exigencias del análisis anterior, que llamábamos
con la fórmula sartreana de situar, nos deben haber
aproximado -como anteriormente dijimos- a dos cuestiones primordiales:
1. determinación de la especificidad de las partes, y 2.
consistencia contradictoria de las mismas; esto es: tipo y
grado de contradicción, y vías de su resolución.
Habiendo
logrado así, la posesión de la "interioridad" situada
de las partes, procede su resolución dialéctica. ¿En qué consiste ésta?
Aproximémonos
a una respuesta, partiendo de un enunciado casi descriptivo, para posteriormente
profundizar en su significado:
La mediación dialéctica consiste en la desestructuración-retotalización
de los todos-parciales (partes), "bloqueados" en las
contradicciones, a partir de la capacidad negativa emergente
de: una crítica al todo vigente como sistema, y del proyecto
de un sistema futuro.
El
método, al "situar" la especificidad de lo particular,
hemos dicho que alcanza la consistencia contradictoria de
la parte; es decir, alcanza la tensión de la contradicción
como constitución básica o consistencia del
todo-parcial. "Mediar dialécticamente" significará resolver
esa tensión, en el sentido de liberar los gérmenes
o fuerzas históricas latentes, "bloqueados" en
la contradicción. "Bloqueados'' por fuerzas o
tensiones emergentes del proyecto del todo vigente como clauso
y definitivo; fuerzas y tensiones cuya real existencia no
anida sino en el seno de los momentos particulares del todo.
Lefebvre define así este movimiento:
"Profundizar, las tesis, agudizar sus diferencias [...] dar
toda su fuerza a la confrontación, profundizarla hasta la
contradicción -hasta descubrir la raíz de la contradicción-,
de tal suerte que entonces las tesis (los opuestos) `pasando la
una a la otra´ en lugar de permanecer externas y opuestas
desde fuera, descubran su contenido en el movimiento que las atraviesa
y se superen en ese movimiento". 29
Este
proceso de percibir la contradicción y madurarla, o
sea, desarrollar su lógica, en el sentido de permitir
la eclosión y manifestación de las fuerzas históricas
latentes, más allá de la "mecanicidad" de
la oposición, 30 es lo que
llamamos "desestructuración-reto-talización" del
todo-parcial. 31 "Desestructurar",
o sea, negar un
ordenamiento dado (que en cuanto contradictorio, bloquea las fuerzas
históricas inmanentes), y simultáneamente, "retotalización" en
un nuevo ordenamiento que implique la apertura de instancias de
desarrollo e historización.
Debemos
desechar la imagen mecanicista de la desestructuración-retotalización
como un proceso de "apartar" un obstáculo a ciertas fuerzas
históricas, a fin de que se desarrollen. La naturaleza de la contradicción
como constitución básica de los todos-parciales es infinitamente
más compleja. No se trata de remover o suprimir obstáculos (aunque
ello puede o deba darse), sino de redefinir la consistencia del todo-parcial,
de madurar las tensiones históricas inmanentes, de asumir "totalizantemente" los
elementos integrables en un nuevo ordenamiento.
1.5.8. La negatividad es la capacidad de superación
de las contradicciones, la capacidad de disolver la identificación
inmediata entre pensamiento (como capacidad especulativa de negación) y
realidad-dada, según afirma Marcase. 32 Es
la capacidad de establecer renova-damente la esencial tensión
entre ser-ya (facticidad
vigente) y poder-ser (exterioridad del futuro). De este
modo queda reconocido y afirmado el estatuto del hombre como agente
histórico, "cuya identidad se constituye en y contra su
práctica histórica, en y contra su realidad
social". 33
Al negar
la inmediatez de la totalidad clausa vigente, la negatividad
relanza el proceso histórico, pero no hacia la nada ni a lo irrealizable-
La negatividad dialéctica es simultáneamente destotalización
de un orden dado, y retotalización de uno nuevo. Vale decir: en un único
y mismo movimiento crítica el orden vigente y postula uno nuevo, relanzando
el proceso hacia su consecución. Critica porque postula, y a la inversa,
postula porque critica.
Esto último
nos lleva a investigar el desde-dónde se origina la crítica
que es la negatividad.
Anteriormente
hemos dicho que la capacidad negativa emerge de una crítica
al todo vigente como totalidad clausa, y del proyecto de un sistema futuro.
Aclaremos que no se trata de dos instancias separables o diferentes., Son dos
aspectos complementarios de una misma realidad: la negatividad. Por un lado,
la crítica se vehiculiza efectivamente en la asunción de las
fuerzas hist6ricas latentes en cada contradicci6n; de tal modo que el todo
vigente es denunciado desde la inmanencia de su estructuración, a partir
de las tensiones históricas que pugnan por ir más allá del
mismo. Por otro lado -pero como otro aspecto de un mismo movimiento- el todo
vigente es criticado a partir de un proyecto futuro 34 que
aún no es.
Entre ese
proyecto futuro y las fuerzas históricas inmanentes en las contradicciones
existe una esencial relación: es la relación -salvando la imagen
de tipo evolutivo- que existe entre lo embrionario y lo maduro. El nuevo proyecto
aún no es. Y si decimos que "está en el futuro", no
lo pensamos en alguna especialidad utópica o universo platónico.
Su única efectiva realidad reside en la latencia de signos y fuerzas
actuales que, siendo solamente embrionarios, prefiguran su plenitud. Sartre
habla así del proyecto futuro:
"Definimos de esta manera una doble relación simultánea;
en relación con lo dado, la praxis es negatividad:
pero se trata siempre de la negación de una negación;
en relación con el objeto que se quiere alcanzar, es positividad,
pero esta positividad desemboca en lo 'no-existente', en lo que nunca
ha sido aún". 35
En
este sentido debemos afirmar que el pensamiento dialéctico
puede ponerse en movimiento cuando la negatividad del proyecto
futuro ha comenzado a "invadir" el todo vigente, y denunciar
sus contradicciones. Y a la vez afirmaremos que esa "invasión" es
real y eficaz solamente en la paulatina resolución
de las contradicciones actuales.
Aquí se
hace patente el carácter histórico de la negatividad (específico
de la dialéctica marxista) que se sitúa más allá del
carácter especulativo de la dialéctica hegeliana, donde la "conciencia
del Otro [...] es el ser-otro de la conciencia"; 36 luego,
donde la historicidad del proyecto futuro es, en última instancia, una
ficción. Al
respecto, Marcuse afirma que "la negatividad de la realidad se convierte
en una condición histórica que no puede ser hipostasiada como
situación metafísica", 37 como
ocurre en Hegel, en quien la razón es la forma de lo real,
y por ello, la historicidad una ficción, como dijimos.
1.5.9 Este complejo carácter de la negatividad que consiste
en provenir del futuro, pero formularse en el presente, y sólo
en él; implicar un salto cualitativo, pero someterse a las
exigencias de los procesos de maduración, etc., lo desarrolla
Lukacs 38 en textos de notable lucidez.
Refiriéndose al crecimiento
de la conciencia del proletariado, hace ver cómo la superación
revolucionaria no puede ser sino un salto cualitativo (en relación
al estado actual), pero simultáneamente, só1o posible
como proceso actual, largo y doloroso, de maduración:
"Este salto, por supuesto, no es un acto instantáneo
que realizara como el rayo y sin transiciones la mayor transformación
de la historia humana conocida. Pero todavía menos, es según
el esquema de la evolución ya recorrida, una mera mutación
de lentas y paulatinas modificaciones cuantitativas en cualidad
[...] El salto es más bien un proceso largo y duro. Pero
su carácter de salto se manifiesta en el hecho de que cada
vez representa una reorientación hacia algo cualitativamente
nuevo; que en él se expresa la intención consciente
que se orienta al todo de la sociedad; que el salto mismo, pues,
por lo que hace a su intención y a su fundamento, tiene
ya su patria en el reino de la libertad. En lo demás se
adapta, en cuanto a la forma y a contenido, al lento proceso de
transformación de la sociedad; es más: sólo
puede preservar su carácter de salto de un modo auténtico
si se asume totalmente en ese proceso, si no es más que
el sentido consciente de cada momento, su relación ya consciente
con el todo, la aceleración consciente en el sentido necesario
del proceso. Una aceleración que se anticipa al proceso
en un paso; que no pretende imponerles metas ajenas ni
utopías artesanales, sino que interviene sólo para
revelar la meta que late en él [...]."
[ Arriba ]
1.6 Totalidad concreta-determinada-crítica, tercer momento
de autoconstitución del método
1.6.1. La autoconstitución del método se
cumple cada vez que acontece el acceso a lo concreto; pero
no se trata ahora del concreto indeterminado (o abstracto),
que es el necesario punto de arranque del método
(que analizamos en el "primer momento de. autoconstitución
del método), sino el concreto que Marx en la "Introducción" llama "el
verdadero punto de partida"; o sea, el todo concreto-de-terminado.
Llegamos
así, a esta aparente paradoja: el punto de partida
del método (el todo concreto-determinado) es su punto He llegada (esto
es: el acceso al todo concreto-determinado). Decimos que se trata
de una aparente paradoja, porque en realidad debemos entender el método
como un proceso hacia su autoconstitución, donde punto de partida
y acceso son una sola y misma realidad, esto es, la totalidad concreta-determinada;
totalidad que nunca se hará patente antes de la autoconstitución
del método, ni después, sino en la misma. Especulativamente, el
todo concreto determinado es el método autoconstituido, y por
eso, punto de partida y de acceso se identifican. 39
Hemos dicho "especulativamente";
y ello porque estamos exponiendo el método dialéctico del pensar,
y no la dialéctica histórico-social (en cuyo interior se articula,
como momento, la dialéctica del pensar).
Estamos
pues, situados en la totalidad concreta-determinada, punto de partida y de
acceso de la autoconstitución del método. ¿Y qué es
esta totalidad? Lukács responde:
"Esta totalidad concreta no está en modo alguno inmediatamente
dada al pensamiento. [...] El conocimiento de los hechos no es
posible como conocimiento de la realidadmás que
en ese contexto que articula los hechos individuales de la vida
social en una totalidad como momentos del desarrollo social". 40
Y L. Goldmann también afirma:
"[...] el conocimiento de los hechos empíricos continuará siendo
abstracto y superficial mientras no se haya concretado por su integración
al conjunto, única cosa que permite superar el fenómeno
parcial y abstracto, para llegar a su esencia concreta [.-.]". 41
La "esencia
concreta" de la realidad, o totalidad concreta-determinada,
no es ni el todo empírico en-sí, y sus posibles interconexiones
ni el proceso unilateral de una razón Paradigmática,
cuya misión fuera iluminar e informar (es decir, "dar
forma") al todo caótico de la experiencia. Al contrario,
se trata de un proceso, en cuyo desarrollo se articulan
y autoprofundizan permanentemente el dato de la experiencia
y la razón.
Llegar al
verdadero conocimiento de la realidad: "el todo en su rica complejidad
de determinaciones", implica un proceso en el cual, partiendo de la ambigüedad
inicial de la experiencia vivida (todo-concreto-abstracto), percibimos
sus contradicciones (todo-concreto en vías-de-determinación),
resolvemos en nuevas síntesis esa su consistencia contradictoria (mediación
dialéctica), y alcanzamos la unidad sintética de lo múltiple
reintegrado, en la forma de la totalidad concreta-determinada.
El todo
es, el mismo, y su propio proceso de autoconstitución. Así, podemos
señalar con mayor precisión su "esencia concreta".
Esta no consiste en una imagen formal o concepto sino en una realidad
rica, compleja, dinámica, y que no es só1o el resultado de
un proceso, sino que integra simultáneamente -tal como hemos afirmado-
el propio proceso de su efectuación.
1.6.1. La totalidad concreta-determinada es crítica, tal como
lo enunciamos en el título del parágrafo que nos
ocupa. "Crítica" significa que es la superación de
su punto de arranque (el todo- concreto-abstracto). Superación,
claro está, especulativa, que es lo que el método, en
cuanto método del pensar, puede proponerse. Esto,
evidentemente, no es el límite de la dialéctica, pues ésta,
como dialéctica histórico-social significa
la superación efectiva y real
(histórico-social) de las contradicciones, y la posibilidad
concreta de nuevas totalizaciones históricas. Como ya
hemos visto, el método dialéctico del pensar adquiere
-dialécticamente- toda su significación y eficacia histórico-social,
como mediación orgánica en el proceso
dialéctico de la historia y la sociedad. 42
1.6.2. Esquema lógico (y por tanto, "lineal",
y entonces, meramente aproximativo) del automovimiento del método.
Una graficación correcta debería expresarlo en
un movimiento circular de ascensión en espiral.
[ Arriba ]
NOTAS:
1. Hemos citado la edición de Cultura Popular, UNAM,
México, 1974, quinta edición, págs. 257 a
259. En la Antología reproducimos el texto completo sin
las presentes modificaciones.
2. Es importante advertir que "investigación" y "exposición" difieren
en su punto de partida. La "exposición" supone
los resultados de la investigación, y no a la viceversa.
Pero ambos movimientos son procesos internos al único movimiento
metódico dialéctico. Véase para ello: Kosic,
K., Dialéctica de lo concreto, Grijalbo, México,
1976, págs. 50 a 52; también: Zeleny, J., La
estructura lógica de El Capital, Grijalbo, México,
1976.
3. Ahora bien: cuando Marx afirma que lo concreto es punto
de partida de la percepción y representación, el
término "concreto" está tornado en otra
significación; se refiere al comienzo temporal del método
(y no a su punto de partida), que radica en una forma de concreto
que mas adelante denominaremos el "todo-concreto-abstracto",
objeto del saber de la experiencia cotidiano-ideológica
(la inmediatez); a ello le denomina Marx "conocimiento perceptivo
y representativo". Volveremos sobre ello más adelante.
Véase Constantinov, F.V.,"Fundamentos de filosofía
marxista, Grijalbo, México, págs. 313 a
319.
Para
clarificar el doble nivel en que Marx, en este texto, usa las expresiones "concreto" y "punto
de partida", exponemos una breve síntesis a continuación:
LO CONCRETO:
1. Es punto de partida.
2.
Es síntesis, resultado.(no punto de partida").
3.
Es el verdadero punto de partida.
4.
Es el punto de partida de la percepción y la representación.
En
I y 4,"concreto" es sinónimo de inmediatez, y se
identifica con el comienzo temporal o cronológico del
método (su "desde-dónde" se inicia.
En
2 y 3, “'concreto" está tornado en el sentido del todo-concreto que
se "gana" en el proceso dialéctico (o sea, lo ganado más
allá de la inmediatez).
Conclusión: se
debe diferenciar, por tanto, el comienzo cronológico del método (que
es la inmediatez, o lo abstracto, o como se le dice en el texto: la "percepción
y la representación"), del punto de partida del método (que
es el todo-concreto-determinado, que se identifica con !a efectuación
del método).
De
acuerdo a lo dicho, "punto de partida" tiene también
una doble significación: en 1 y 4 se identifica con comienzo cronológico o desde-dónde se
origina el método (que es la inmediatez o abstracto; recuérdese
lo que dice el texto: "el método consiste en ascender de lo abstracto
a lo concreto")- En 2 y 3 se identifica con la efectuación del
método; desde este punto de vista, "punto de partida" y "realización" del
método se identifican.
4. K. Kosik, en su importante trabajo Dialéctica
de lo concreto, Grijalbo, México, 1976, llama “el
mundo de la pseudoconcreción” a nuestro “todo
concreto-abstracto”, y dice así: “El mundo de
la pseudoconcreción es un claroscuro de verdad y engaño. Su
elemento propio es el doble sentido”. Véase pág.
27.
5. Dejamos de lado la explicitación de las causas
sociales de esa intransparencia de las estructuras a la conciencia
social.
6. Véase Historia y Consciencia de Clase, Grijalbo,
México, 1969, pág. 30.
El autor, en la página 29 dice: "Lo que diferencia
decisivamente al marxismo de la ciencia burguesa no es la tesis
de un predominio de los motivos económicos en la explicación
de la historia, sino el punto de vista de la totalidad".
7. El desarrollo del contenido de la totalidad concreta, lo
expondremos más adelante, al referirnos al tercer momento
de la autoconstitución del método, o sea, la totalidad
concreta-determinada ("sabida y critica"), como verdadero
punto de partida del método.
8. Cfr. Jolif, J.Y., Comprender al Hombre, Sígueme,
Salamanca 1969, pág. 245. De la exposición del autor
sobre la dialéctica, somos especialmente deudores, y en
ella hemos visto una de las exposiciones teóricas más
ricas, aunque incompletas.
9. Aquí debería establecerse el rol de las
clases dominantes en la generación de procesos ideológicos
de ocultamiento.
10. Es evidente que la resolución real de las contradicciones
sólo se operará en e! campo de praxis histórico-social.
Al hablar aquí de "resolución" tenemos
en cuenta dos aspectos: a) que la dialéctica del
pensar cs mediación de la praxis, y por tanto, "co-responsable" de
la resolución real de las contradicciones; y b) el
método dialéctico del pensar puede acceder a
una resolución especulativa de las contradicciones,
en la forma de un proyecto crítico de nueva sociedad; pero
todo su significado lo adquiere, en la historia y la sociedad,
como mediación de la praxis, como hemos dicho.
11. Véase la "Advertencia" a la segunda edición
alemana de El Capital, en Marx-Engels, Obras escogidas, Progreso,
Moscú, 1973. En la misma "Advertencia", Marx
transcribe un comentario a su método (el expuesto en "Capital"),
que el expresamente aprueba, y donde el crítico I, Kaufman,
en el Véstnik Europy dice así: "Para
Marx sólo hay una cosa importante; descubrir la ley que
rige los fenómenos de cuya investigacion se ocupa [...]"
12. Al final del capítulo presentaremos un esquema de
todo el movimiento del método.
13. "En cierto sentido, lo individual {lo singular) es
lo inmediato y lo real. Yo no puedo llegar a la 'especie
humana' más que 'por abstracción' ; nunca se encuentra
en la calle al 'hombre en general' [„.]. Pero en otro sentido, lo
singular (lo individual) no existe sino por la especie; es
'planteado' por ella y la supone. La especie es su condición,
su razón de ser, su esencia, el momento esencial de su
determinación. Y él no le añade sino rasgos
secundarios". Véase Lefebvre, H., Lógica
formal, lógica dialéctica, Siglo XXI, México,
1976, págs. 259 y 260. K. Kosic, en su obra Dialéctica
de
lo concreto, ed. cit. pagina 31, hablando de la necesaria suposición del todo en
la experiencia cotidiana, afirma: "El 'horizonte' —oscuramente
intuido de una 'realidad indeterminada' como todo, constituye el
fondo inevitable de cada acción y cada pensamiento,
aunque resulte inconciente para la conciencia ingenua". Y
más adelante en la página 43, dice: ”¿Cómo
percibe el hombre los objetos singulares? ¿Cómo únicos
y absolutamente aislados? Los percibe siempre en el horizonte
de un todo que, en la mayoría de los casos no se
expresa ni se capta explícitamente [..:], este todo [...]
es la luz que ilumina y revela el objeto singular [...]".
14. Jolif, J.Y.,op cit., pag. 260.
15 Ib., pag. 259.
16.Ib., pág. 252. Este texto de Jolif debería
precisarse, añadiendo que el paso de un todo a otro, implica
un cambio cualitativo. Así, tal como expusimos, el paso
del todo concreto-abstracto, al todo concreto-en vías de
determinación.
17. Véase Critica de la razón dialéctica, Losada,
Buenos Aires, 1970,t. 1 pág. 47.
18. Ib., caps, I y II.
19. Véase "Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones
en el seno del pueblo", en Cuatro tesis filosóficas, Ediciones
en lenguas extranjeras, Pekín, 1966, página 87.
20. Véase: "Sobre la contradicción",
en Obras escogidas, Ediciones en lenguas extranjeras,
Pekín, 1971,t.1. págs. 366 y367. En la página
368 afirma: "Lenin dijo: 'el antagonismo y la contradicción
no son en absoluto una y la misma cosa […]'. Esto significa
que el antagonismo es una forma, pero no la única, de la
lucha de los contrarios; no se puede aplicar esta forma (la del
antagonismo) de manera mecánica y "en todas partes".
21. Ib., pág. 353.
22. Ib., pág. 344.
23. Lefevbre, en op. cit., pág. 266, hace una diferenciación
dentro del concepto de contradicción, distinguiendo opuestos,
contrarios y contradictorios. Ahora bien, creemos que el esquema
de Mao es más completo, en la medida en que “clasifica” la
contradicción según el grado y tipo de oposición (y
no solamente el grado, como en la propuesta de Lefebvre).
24. Ib., pág. 344.
25. Op. cit., pág. 38.
26. Ib., pág. 49.
27. Lefevbre, en Op. cit., pág. 298, transcribe
un sugestivo párrafo de la Enciclopedia Soviética, T.
XXII, de su artículo "Materialismo dialéctico",
que dice lo siguiente: "Nunca un principio dialéctico
puede ser convertido en un esquema abstracto a partir del cual
se podría deducir la respuesta a una cuestión concreta,
utilizando medios puramente lógicos".
28. El aporte tal vez decisivo, de la Crítica de la
razón dialéctica, creemos que consiste en el
esfuerzo de aprehensión de lo singular y específico. Sartre
efectúa una síntesis interesantísima, donde
las ciencias particulares hallan un lugar, en el seno de una arquitectura
dialéctica, es decir, metódica. Véase el tema
de "la mediación de las disciplinas particulares",
para ubicar, determinar y diferenciar (es decir, para situar) la
singularidad y la especificidad de las partes, en el horizonte
del todo.
29. Op. cit:, pág. 269. El paréntesis es
nuestro (N. del A.).
30. “Mecanicidad" que implicaría la desaparición
de los opuestos, o de uno de ellos. En tal caso, habría
una "superación mecánica" no dialéctica.
31. Véase la interpretaci6n que Louis Althusser hace de
esta problemática interpretando a Mao Tse-tung ("Sobre
la contradicción"), en aquello de "desmembrar
la unidad existente", en La revolución teórica
de Marx, Siglo XXI, Buenos Aires, 1973, pág. 175. Althusser
tiene una muy personal interpretación de la dialéctica
(y a la vez muy problemática) que trataremos brevemente
en la Antología comentada de este libro. |