JORNADAS POR LA UNIDAD DEL SUR
Chile "Naci�n hermana"

LA TRANSICI�N POL�TICA Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Pp. Gustavo Ruz Za�artu, Investigador del IPECAL

Como este es un primer contacto, existe la dificultad del lenguaje, me refiero en un sentido epistemol�gico, de que nuestros c�digos sean descifrados equivocadamente, muchas veces queremos decir una cosa a un lado de la cordillera, y al otro lado entienden otra, eso es normal. Hecha esta observaci�n, quiero prevenir la tendencia natural a hacer comparaciones entre los procesos chilenos y argentinos, que realmente tienen ra�ces tan profundas, tienen hechos de tanta similitud, pero que son a su vez dados en un contexto hist�rico muy distinto.

Desde luego, cualquier abordaje a los temas de la lucha social y el proceso pol�tico nos remiten a un Per�n y a una dictadura feroz en Argentina y a un Allende y a otra dictadura feroz en Chile y desde luego, podemos homologar los procesos en relaci�n al capital extranjero y a la dominaci�n de la plutocracia, de las oligarqu�as, en fin, pero yo hago esa reserva de que sin duda estamos ante una evoluci�n hist�rica distinta y en un momento en que no tengo dudas en decir que Argentina ha ido mucho m�s lejos en su proceso de democratizaci�n que lo que hemos alcanzado en Chile.

(de izquierda a derecha)
Daniel Vaca Narvaja,
Leonardo Jeffs,
Jorge Gonzalorena,
Gustavo Ruz Za�artu

Tenemos en la conversaci�n de hoy que hablar sobre los movimientos sociales y el proceso pol�tico, es decir, a diferencia de la charla de Leonardo Jeffs de antes de ayer sobre la relaci�n estatal, nacional, con los pa�ses fronterizos y a diferencia de la charla de Gonzalorena de ayer sobre el proceso econ�mico, nos remitimos ahora a la gente en la historia de Chile.. la primera referencia a las personas est� en un poema �pico que nosotros tenemos la suerte de tener en nuestra historia y que, junto con el Quijote y con el poema del M�o Cid, est� escrito en lengua hispana, �La Araucana� de Alonso de Ercilla y Z��iga, que es una obra monumental de 2.600 estrofas, en cuya s�ptima estrofa se refiere a Chile como territorio, como naci�n y all� se�ala que la gente que la habita es �tan granada, tan soberbia, gallarda y belicosa que no ha sido por rey jam�s regida, ni a extranjero dominio sometida�. Esto, a lo largo del tiempo tiene un sentido, el sentido de la no aceptaci�n de la dominaci�n extranjera, el sentido de la emancipaci�n nacional.

1810 - 1818 EJ�RCITO Y ESTADO

Sin embargo, fueron precisamente los criollos chilenos que en 1810 se declararon aut�nomos de Espa�a y en 1818 declararon formalmente la independencia, quienes sometieron realmente en t�rminos militares al pueblo mapuche, con el cual durante 350 a�os la corona espa�ola prefiri� negociar. Cuando vio que era imposible dominar esa regi�n, se lleg� a un tipo de acuerdos y se estableci� por per�odos largos �hubo per�odos de 80 a 100 a�os- en que no hubo hostilidades militares y en la frontera sur, de la zona del R�o B�o B�o a Valdivia, el ej�rcito espa�ol estableci� un clima de no beligerancia. Sin embargo este hecho medular de que el ej�rcito chileno se constituye, sostiene una primera confrontaci�n con Per� y Bolivia, y luego de la segunda confrontaci�n que en 1879 se llam� �La guerra del Pac�fico�, esas tropas, ese ej�rcito, ese armamento triunfante, moderno, articulado va y da una soluci�n final, de exterminio, como el que hubo en Am�rica del Norte y en otras regiones del continente. Esto tiene que ver con la centralidad del Estado en Chile, que es distinto al caso argentino. El proceso pol�tico se articula de manera monol�tica en torno a una elite dominante en el siglo XIX, b�sicamente una oligarqu�a agraria, minera y comercial �en ese orden- que en esta alianza con las fuerzas militares expande el territorio en una considerable proporci�n, ustedes saben que las provincias de Antofagasta y Atacama representan pr�cticamente un cuarto del territorio nacional y en cuanto a riquezas, all� est� la riqueza minera principal que ha permitido la modernizaci�n de Chile y que permite desde entonces que el centro �Santiago- se nutra de estos ingresos, controle las regiones, las provincias y genere cohesi�n en torno al aparato del Estado que muchas veces desborda incluso la dominaci�n clasista propiamente tal, como veremos m�s adelante.

Es una primera caracter�stica chilena, la centralidad del Estado. Tambi�n hay que se�alar que nuestra independencia naci�n como una primera Junta de Gobierno en 1810 en un cabildo y esta buena tradici�n democr�tica del pueblo espa�ol, tambi�n es importante en la cultura popular chilena. Lo que ellos utilizaron para resistir la dominaci�n �rabe y la francesa de Napole�n, fue transmitido a las luchas sociales, primero durante la colonia �el cabildo era una instituci�n elitista, de los grupos con propiedad- sin embargo, permiti� un debate de la cosa p�blica y esto despu�s de la independencia de 1818 no desapareci� por completo. Hay en el pueblo chileno una tendencia al debate, a la discusi�n, a las propuestas y a la presi�n social sobre la autoridad o sobre la elite dominante.

DE MINEROS Y MOVIMIENTOS SOCIALES

El otro elemento muy central en los movimientos sociales chilenos es el hecho de que sus primeros grados de organizaci�n y de confrontaci�n, los que tienen m�s relevancia, son en los centros mineros del salitre, del cobre y de la plata en el norte. De manera que, despu�s de la guerra del Pac�fico, el imperialismo ingl�s toma posesi�n a trav�s de John Thomas North de la mayor�a de sus yacimientos, monopoliza el comercio del salitre y establece una dominaci�n brutal, un tipo de explotaci�n inmisericorde sobre los trabajadores que mayoritariamente proven�an del sur y tambi�n muchos del sur de Per� y de Bolivia. All� ya hay una integraci�n tri-nacional muy importante. Y por lo tanto estos obreros que luchan contra sus condiciones de vida de car�cter semi-feudal �como que no les pagaban un sueldo sino que en fichas, a cambio de alimentos, con castigos propios de la inquisici�n- ligan tempranamente su lucha al imperialismo, esa es una caracter�stica muy chilena, de la lucha contra el enemigo que est� aqu�, sabiendo que es el enemigo de una gran potencia extranjera, ingl�s en ese tiempo, m�s adelante norteamericano. Y por otro lado, est� el hecho de que los movimientos obreros, las elites intelectuales que se ligan a estos movimientos, a los dirigentes sindicales, especialmente del norte, tienden a tener una mirada euroc�ntrica, tienden a racionalizar las luchas obreras locales, campesinas, basados en los movimientos revolucionarios de Europa.

BURGUESES CONTRA OLIGARCAS

El primer gran grito de libertad con alguna repercusi�n en la sociedad chilena fue la �Sociedad de la Igualdad� que en 1852 y despu�s en 1859, en plena dominaci�n olig�rquica, cuando se est� expandiendo el Estado nacional con Montt y Varas, desarrolla proclamas, reivindicaciones, digamos, propias de la ilustraci�n, muy influidos por las revoluciones burguesas de E
uropa y son reprimidas como tales, o sea, represi�n brutal, no logran producir ning�n cambio en el esquema de dominaci�n, pero s� logran establecer niveles de protesta, sobre todo de las regiones a Santiago. El punto culminante de esto es la rebeli�n de los Matos y de los Gallos de la burgues�a minera que en protesta por los impuestos que establec�a Santiago, forman grupos armados y toman militarmente �La Serena� y �Copiac� durante dos y tres meses respectivamente, y tienen a raya al Ej�rcito, o sea, los derrotan, los tienen ah� hasta que finalmente viene toda la agresi�n formal de Santiago, con la Marina y son derrotados. Ellos en un momento de desabastecimiento log�stico, ya no les quedaba nada para enfrentar al ej�rcito regular, entonces los minerales de plata los transforman y hacen balas de plata, todav�a hay una tradici�n en el norte que nuestros �pisquineros� est�n cavando por ah� y se encuentran con balas de plata con las que estos insurrectos de Copiac� se rebelaron contra el poder central.

Esto es un hecho relevante porque es claramente un desaf�o a la oligarqu�a agraria y comercial castellano-vasca y representa una toma de conciencia sobre el ideario jacobino todav�a, pero en una rep�blica feudal a�n donde las elites eran extremadamente racistas, de un tipo de dominaci�n implacable que no ten�a nada que ver con las libertades burguesas de la revoluci�n francesa, de manera que Arcos y Bilbao, los Matos y los Gallos y con el Partido Radical que surgi� en esa �poca, representan un ascenso no s�lo ideol�gico sino que tambi�n social, como el Estado se est� expandiendo, los oligarcas ya no gobiernan solamente a punta de latigazos, tienen que contratar profesores, abogados, contadores, se forma una tecno-burocracia del Estado, se forman un atisbo de clase media y esa clase media emerge en rebeld�a contra este poder olig�rquico que no es sino heredero del poder de las encomiendas, de la colonia espa�ola.

GUERRA DEL PAC�FICO Y OLIGARQU�A


Yo creo que si tenemos un d�ficit en la izquierda y en el marxismo chileno es la no el no justipreciar el peso de esos 350 a�os de colonialismo y de opresi�n semi-feudal. De manera que este ascenso de las capas medias, estas rebeliones, obviamente quedan sepultadas con la guerra del Pac�fico. La oligarqu�a recluta a los peones analfabetos, los lleva, los hace ocupar Lima y pone de rodillas al Ej�rcito boliviano, vuelven victoriosos y por lo tanto se consolida la dominaci�n olig�rquica y los movimientos populares sufren un retroceso muy profundo con el triunfo militar de esta oligarqu�a castellano-vasca. Sin embargo, queda claro que el triunfo en el campo de batalla no condiciona el ascenso de una elite militar aut�noma. Termina la guerra y el comandante en Jefe del Ej�rcito chileno victorioso, el General Gagliano se presenta como candidato a presidente. Cualquiera dir�a que pudo haber triunfado, pero bueno, la oligarqu�a ten�a otros intereses y elige a Domingo Santa Mar�a, que hab�a sido el ministro de Guerra durante el conflicto y all� entonces se destapa una contienda inter-burguesa tremenda, entre aquel sector que consideraba que la riqueza del salitre ganada en la guerra deb�a ser usada para un proceso de industrializaci�n, para un proyecto de desarrollo nacional, y aquel otro sector que se abanicaba y le bastaba sacarle el 1% al salitre y que la explotaran los brit�nicos, especialmente John Thomas North.

Esa pugna dur� alrededor de 10 a�os, el resultado ya lo conocen, North coime�, corrompi�, intervino en la pol�tica activa y aisl� al presidente Balmaceda, un liberal que hab�a hecho un gobierno extraordinariamente progresista, sobre todo en educaci�n, en obras p�blicas, pero que quer�a defender el salitre para el desarrollo nacional. De manera que se declara ah� el conflicto, hay una divisi�n en las fuerzas armadas y es derrotado el presidente Balmaceda, quien se a�sla en la Argentina y se suicida el �ltimo d�a de su mandato.

AFIRMACI�N OLIG�RQUICA

Con el suicidio de Balmaceda vuelven gloria y majestad, la oligarqu�a vuelve a ser due�a de s�, due�a de Chile. Es un per�odo de 30 a�os, de 1890 a 1920 que no quisiera describirlo desde el punto de vista socioecon�mico, sino que me basta con se�alar que en 1907 las familias de los mineros chilenos, bolivianos y peruanos, fueron a hacer sus reclamos un d�a de Diciembre en la ciudad de Iquique y estuvieron 15 o 20 d�as golpeando las puertas, con la gente solidariz�ndose porque con esos sueldos viv�a el comercio local. De manera que lograron el apoyo de toda la poblaci�n hasta que desde Santiago enviaron a todo el Ej�rcito con la orden de poner fin a la rebeli�n, dicen �no es posible que esta gente est� copando la ciudad�, y lleg� el General Silva Renard y les dijo que para que no crearan problemas en el tr�nsito se localizaran en la escuela de Santa Mar�a, en el patio muy grande de esa escuela. Y cuando ya los tuvo a todos adentro les dio un plazo de 4 horas para volverse a sus campamentos, seleccion� a los peruanos, los bolivianos y les ofreci� un trato por separado. Las comunidades de obreros peruanos y bolivianos dijeron que no, que ellos se quedaban con sus hermanos chilenos hasta las �ltimas consecuencias y despu�s de 4 horas orden� una masacre y los historiadores difieren si ah� asesinaron a punta de metralla a las madres, los viejos, los ni�os, sobre 2 mil, 3 mil o 4 mil personas, porque despu�s de la masacre la persecuci�n sigui� hasta los barrios, sobre la gente que se hab�a ido hacia los cerros.

Esto es una fotograf�a, es para no entrar en la aridez de la descripci�n sociol�gica, es una fotograf�a porque ese coronel Silva Renard despu�s fue condecorado por el Parlamento por su heroica acci�n y sigue estando ah�, estamos en septiembre del a�o 2006, en honor a este h�roe, el Regimiento de Infanter�a que est� a la entrada de Concepci�n, lleva su nombre. Es la estatua que el pueblo de Chile le ha erigido al Coronel Silva Renard. Sin embargo, solo fue una taza de leche. La dominaci�n olig�rquica fue absoluta en el m�s amplio sentido de la palabra, pero conoci� de movilizaciones sociales muy notables, como fue la huelga ferroviaria en Valpara�so en 1903 y a ra�z del terremoto que hubo en 1906 tambi�n hubo enormes movilizaciones sociales.

NUEVA IRRUPCI�N DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

Tanto es as� que en 1909 �en la mitad de la �poca olig�rquica- surge la Federaci�n Obrera de Chile y en 1912 el Partido Obrero Socialista que funda Luis Emilio Recabarren, que era un obrero tip�grafo, autodidacta, miembro del Partido Dem�crata. El Partido Dem�crata en esos tiempos era el partido de los trabajadores, y en esos tiempos esta Federaci�n obrera y este partido obrero socialista de inspiraci�n marxista toman un rol de liderazgo en las luchas sociales. Entonces, esa es una caracter�stica notable, ya que en los or�genes de muestro movimiento obrero hay un sentido radical de enfrentamiento al imperialismo y al capitalismo.

Y a fines de la Rep�blica olig�rquica -1920- los hechos relevantes que marcan un hito en el ascenso social �me estoy refiriendo a todo el pueblo, no s�lo al proletariado minero- es, en primer lugar, la Revoluci�n Rusa y el grito de C�rdoba. �por qu� este �ltimo? Porque penetra en la burgues�a ilustrada de Santiago, en la intelectualidad santiaguina. Y yo creo que es gracias al grito de C�rdoba que los m�s prominentes intelectuales como Pablo Neruda, por ejemplo, Jos� Santos Gonz�lez Vera, Eugenio Gonz�lez, Labarca, establecen la necesidad de unirse con los movimientos sociales, se produce el puente que hasta ese momento no exist�a entre la intelectualidad y el movimiento social, y digo social por no decir �obrero�, porque el obrero estaba muy localizado en la minor�a y Chile no era un pa�s industrial ni mucho menos. Eran m�s bien los sastres, los choferes del transporte p�blico, los artesanos que hab�an llevado la direcci�n de esto, los artesanos en la l�nea mutualista. De alguna manera ten�an que protegerse de esta dominaci�n olig�rquica.

LA GENERACI�N Y EL CHILE DEL 20

De manera que esta etapa de 1920 que algunos historiadores han conocido como �la generaci�n del a�o 20� es decisiva para entender la realidad actual de Chile. Piensen que en 1973 es el ajuste de cuentas de la vieja oligarqu�a con esta generaci�n del a�o 20. El golpe de Estado puntualmente es contra Allende y por recuperar el cobre, en fin, pero es la �nica oportunidad en que la oligarqu�a dice bueno, ahora volvemos, pues de 1920 a 1973 hay un per�odo en que esta oligarqu�a va cediendo espacios de manera sistem�tica. Todo el imaginario que ustedes tienen sobre una Chile republicana, democr�tica, tiene que ver con ese per�odo hist�rico que va de 1920 a 1973. Mirando al pa�s en perspectiva, podr�amos decir, una colonia durante 350, 400 a�os, una dominaci�n olig�rquica desde la fundaci�n de la Rep�blica hasta 1920, siendo muy desp�tica entre 1890 y 1920, en ese per�odo de lo que se llam� la �Rep�blica Parlamentaria� despu�s de la muerte de Balmaceda, y un retroceso y negociaciones entre 1920 y 1973. Estamos haciendo trazos gruesos de un proceso hist�rico nacional. Es tan fuerte el debilitamiento de la dominaci�n olig�rquica que �estamos hablando a fines de la primera guerra mundial- la burgues�a ya no puede colocar al m�s rico como presidente, como era antes, se juntaban cinco notables, los que ten�an la tierra, generalmente de la zona central. En ese tiempo no hab�a una burgues�a minera que pudiera imponerle sus condiciones a la burgues�a comercial y agraria y eleg�an al Presidente. Ahora no, ahora tuvieron que buscar por primera vez una figura que lograra encantar al pueblo y prometerle alg�n cambio. Y esta figura es Arturo Alessandri Palma. Comprender�n ustedes, familia italiana, que es una persona muy avasalladora, con una oratoria subyugante, entonces �l genera una esperanza de cambio en el pueblo Pero esa es la t�nica de la pol�tica chilena hasta hoy. Michelle Bachelet es otro Alessandri Palma, son las personas de las que se sirve la elite para que su dominaci�n no parezca dominaci�n, para que tenga un sentido de humanidad, de democracia, en fin, por ejemplo Alessandri Palma atacaba a los ricos, dec�a �la canalla dorada� y hay una parte de los ricos que lo acusaban de ser comunista, de ser esp�a peruano, en fin, �l no ten�a ninguna intenci�n de hacer un cambio radical en la dominaci�n socio-econ�mica, pero se daba cuenta de que si no hab�a una apertura pol�tica, eso ya reventaba y estaba el ejemplo ruso ah�, en puertas, y estaba este esclarecido llamamiento de los estudiantes de C�rdoba que si bien es cierto que no estaba en el centro del debate, era el acicate con el cual estaban luchando los intelectuales que todav�a no conoc�an a Mari�tegui, y que no hab�an tenido una lectura profunda de los revolucionarios de Europa.

De manera que esa dominaci�n en 1920 implica la elecci�n de Alessandri, la derrota del candidato de derecha. Alessandri trata de realizar las reformas, pero no ten�a mayor�a en el Parlamento, as� que la propia olig�rquica que lo elige le niega la mayor�a y se van acumulando los problemas durante cuatro y cinco a�os. Estaban cerrando los mercados para el salitre chileno, se hab�a descubierto en Alemania el salitre sint�tico y ya hab�a una crisis fuerte en las ciudades. En ese contexto, para evitar que Alessandri cediera el paso a los movimientos sociales, le dan un golpe de Estado derechista. Los jefes militares lo derrocan pero inmediatamente que lo derrocan una parte de los oficiales se rebela contra sus jefes, contra los autores del golpe. Y aqu� hay que nombrar dos hechos de suma relevancia. Uno, este Comit� Militar Revolucionario de oficiales encabezado por Marmaduque Grove, Bartolom� Blanch y Carlos Ib��ez del Campo, estos tres oficiales encabezan la protesta de los oficiales j�venes que est�n de acuerdo con las demandas obreras.

Por otro lado, est�n la gran Asamblea Obrera de Alimentaci�n Nacional y la Asamblea Constituyente de Obreros e Intelectuales, vean ustedes dos expresiones de los movimientos sociales a los cuales yo les atribuyo una m�xima importancia hoy, porque el ciclo pol�tico de 1920 al 73 pronto adquiere una caracterizaci�n de democracia burguesa formal, con partidos pol�ticos muy instalados, pero en su g�nesis, cuando todav�a no intervienen factores ex�genos a la pol�tica chilena, nace como movimiento integrador de la clase obrera, de los artesanos, todav�a no los campesinos y los mapuches, pero s� los profesores, de los trabajadores, la salud, m�dicos, intelectuales y hab�a incluso un obispo de la iglesia Cat�lica muy progresista en esa �poca. De manera que hay una sesi�n de la Asamblea Obrera de Alimentaci�n Nacional en que participan los partidos pol�ticos, obreros, sindicatos, mutualistas y artesanos y una presi�n de esta Asamblea Constituyente de Obreros e Intelectuales que hacen planteamientos muy radicales, para terminar con la constituci�n de 1833 y establecer un nuevo ordenamiento jur�dico y econ�mico.

En este contexto, los oficiales j�venes salen, van al parlamento, sacan sus sables y empiezan a golpear con ellos en plena sesi�n parlamentaria y le exigen al Parlamento que apruebe las leyes que hab�a propuesto Alessandri antes de ser derrocado en favor de los obreros y de los soldados, porque all� hab�a reivindicaciones econ�micas de los soldados. Y bueno, dice la leyenda, que en menos de 24 horas el Parlamento aprob� todas las leyes y reformas que eran un paquete, sin mayor debate y con esa victoria en sus manos este grupo estima que ha llegado su hora y le dan un golpe de Estado a la oficialidad, a los Generales de la derecha y traen de vuelta, ellos piden a Arturo Alessandri que vuelva a terminar su mandato y a dictar la nueva constituci�n , la de 1925, la que les ha hecho pensar a ustedes que Chile es el pa�s m�s democr�tico del mundo, porque la Constituci�n esa es realmente muy democr�tica, comparada con otras constituciones burguesas y en cuanto Alessandri firma, le dicen bueno, ya ha cumplido con su misi�n, por favor v�yase que ahora nos toca a nosotros.

CARLOS IBA�EZ DEL CAMPO

Entonces ah� surge un caudillo muy definido �Carlos Ib��ez del Campo- que tiene que ver con el ascenso de la dominaci�n norteamericana en Chile. Ya en 1926 se hab�a instalado la �Anaconda�, en 1929 y la �Kenecot�, las dos empresas transnacionales m�s grandes del cobre e Ib��ez si bien es cierto que ante la historia aparece como un enemigo pol�tico de Alessandri, el proceso de la modernizaci�n del Estado burgu�s en Chile, est� de a caballo compartido entre los gobiernos de Alessandri y los gobiernos de Ib��ez, pues los dos tuvieron dos per�odos presidenciales, de manera que la historia democr�tica del Siglo XX chileno est� signada por estos dos colosos.

Estamos entonces que se va Alessandri, dicta la Constituci�n democr�tica, el poder en los hechos lo ejerce Ib��ez y despu�s de derecho, porque se hace elegir Presidente y ejerce una dictadura militar que democratiza el Estado, es un contrasentido lo que les digo, pero realmente genera el Banco del Estado, la Polic�a de Carabineros, establece la organizaci�n administrativa del pa�s, integra regiones, genera un progreso capitalista notable en relaci�n a todo lo que se conoc�a de antes. Dir�amos que en t�rminos sociol�gicos �le ray� la cancha�, le achic� el espacio a la oligarqu�a que hab�a sido mon�rquica por casi 100 a�os. Y por ese lado hay mucha gente de izquierda que le da sus respetos y lo consideran un pol�tico progresista sobre todo por su �ltimo per�odo que fue entre 1952-58. Ten�a una particularidad Ib��ez, no era hijo de una familia rica, pero era arribista y por razones pol�ticas se casa con una mujer, siendo presidente, busca una mujer con plata y se casa con ella para ascender, entra a la masoner�a �tambi�n para ascender- porque no era un hombre de ideas precisamente mas�nicas, y en medio de la crisis de Wall Street en 1929, cuando Chile padeci� a nivel mundial como pa�s del Tercer Mundo los efectos de una manera demoledora, hab�a ollas comunes en la calle, a la salida de misa, en la Plaza de Armas, la gente estaba comiendo en ollas comunes porque el hambre era ya generalizado, se estaban cerrando la mayor�a de las salitreras del norte y miles de obreros volv�an a Santiago, no volv�an a las reducciones mapuches del sur, volv�an a Santiago, entonces Chile viv�a una efervescencia enorme y en ese contexto, Ib��ez tiene dos caracter�sticas notables: una, que da la apariencia de un Parlamento, llama a todos los partidos pol�ticos y les dice que se van a ir a las termas aqu� en Parral a 400 Km. al sur de Santiago, pagados por m�, alojamiento, comida, piscina, ba�os termales, pero de all� no salen sin un Parlamento. Y la otra que es mucho m�s notable, que para algunos historiadores norteamericanos es lo que marca la pol�tica chilena en el Siglo XX es que habiendo una efervescencia social enorme, paros estudiantiles, paro de los trabajadores, de la salud, de los ferrocarriles, de los portuarios, una efervescencia contra el gobierno, imag�nense la crisis econ�mica como era habi�ndose cerrado el mercado exterior de Chile y en EEUU los millonarios se tiraban de los rascacielos. Era la hecatombe, el capitalismo estaba francamente con una sentencia de muerte a corto plazo, nadie daba un centavo por el capitalismo como tal, como organizaci�n econ�mica de la sociedad, por lo menos en Chile. En ese contexto la derecha y sectores militares lo presionan para masacrar, para ametrallar las manifestaciones, para sofocar con fuego esta explosi�n social que era incontrolable. Yo no estaba en la cabeza de Ib��ez en ese momento, pero decidi� renunciar, teniendo todo el poder militar para hacer lo que hizo Mart�nez en el Salvador, que hubo una gran masacre en la misma �poca.

LA COMUNA DE SANTIAGO

Ib��ez tuvo la misma opci�n de Mart�nez. Entonces, para estos historiadores, si Ib��ez hubiera masacrado, si hubiera puesto una ametralladora en la esquina de la plaza y hubiera barrido con todos los desfiles estudiantiles, obreros y de profesionales, habr�a logrado el reestablecimiento de la dominaci�n olig�rquica, que era propia del sXIX. No lo hizo, y renuncia, se va y deja, como ustedes comprenden �azorados� a todos, eso es lo que se llama en la historia pol�tico chilena la �crisis de la dominaci�n olig�rquica�. Es un hecho que tenemos que tenerlo en cuenta hoy, que hay una verdadera fragmentaci�n, hay alianzas que hacen hegemon�a, pero no hay ning�n poder fuerte, central, ni como persona, ni como ideolog�a, ni como partido. Hay una verdadera fragmentaci�n y el antecedente m�s directo que tenemos de esta fragmentaci�n es la renuncia de Ib��ez que deja un vac�o de poder enorme.

Entonces se suceden cuatro gobiernos y en medio de uno de estos se insurreccionan los marinos, estas cosas la historiograf�a burguesa las pasa por alto, pero son de una importancia notable. Yo comparar�a ese per�odo con la Comuna De Par�s en Francia, porque d�nde ha visto usted que los soldados y los infantes de los barcos acorazados de Chile tomen presos a los suboficiales de apellidos alemanes, italianos, rubios, de ojos verdes, sobre todo de la Marina de Chile que son muy racistas y que hay que tener apellido ingl�s para ser oficial , y los metan presos, se van con los presos a los puertos del sur de Atacama y del norte de Coquimbo, y en el fragor de la lucha contra el gobierno, contra la dominaci�n olig�rquica, contra EEUU, declaran la formaci�n de soviets, y forman soviets en los barcos y bajan a los puertos y re�nen a las asambleas populares y forman soviets con los trabajadores.

Esto dur� mes, mes y medio, fue una notable insurrecci�n militar, lo cual da cuenta de otro hecho que les pido que tengan en cuenta de las diferencias de los notables desencuentros que ha habido entre la clase dominante chilena y las FFAA chilenas.

La insurrecci�n fue sofocada, no hubo fusilamientos, y poco tiempo despu�s, esto fue en el 31, el 4 de junio de 1932 se produce una nueva alianza de sectores militares encabezados por la Fuerza A�rea- de sectores intelectuales y de los movimientos obreros de mayor vigencia en esa �poca. No tengo temor en hacer la comparaci�n con la Comuna de Par�s. El lado intelectual estaba dominado por elementos de la masoner�a y por elementos marxistas, y por los conocedores profundos del marxismo, destacando entre ellos a Eugenio Gonz�lez Roja, que despu�s fue senador del Partido Socialista, fundador del Partido Socialista, redactor del partido pol�tico del PS y Rector de la universidad de Chile, o sea, no estamos hablando de una aventura militar, estamos hablando de una alianza de sectores democr�ticos, intelectuales, obreros y militares que llegan al gobierno y declaran la Rep�blica Socialista de Chile, en un contexto en que estaba la gran crisis capitalista de EEUU �a�o 1932- En 1936 esta el General David Toro en Bolivia, que llama a la Asamblea Constituyente y tambi�n proclama el socialismo, es decir, hay procesos a nivel continental. Pero en el caso chileno, confluye este movimiento obrero, antiimperialista, esta intelectualidad euroc�ntrica y estas FFAA hastiadas de este tipo de dominaci�n plutocr�tica, de las elites. Y en esta insurrecci�n, ellos declaran el socialismo, las arengas, los panfletos, son extraordinariamente anticapitalistas. Es un proceso de 12 d�as, les voy a dar un detalle que les puede interesar. Era detal manera el influjo de que el capitalismo estaba en crisis y que el socialismo era una salvaci�n, que el propio Agust�n Edwards, padre del actual due�o de �El Mercurio�, re�ne a los trabajadores del Mercurio y les dice que el Mercurio no puede sino apoyar el socialismo, y les pide que nombren tres representantes para el Directorio, o sea, participaci�n obrera en el mercurio.

Es una an�cdota, pero ayuda a describir mejor los procesos. El arzobispo de Santiago apoya la Rep�blica socialista, y podr�a haber durado yo creo que bastante m�s, pero en eso de que nadie les dec�a a los obreros que no y de que Grove iba a los sindicatos y cantaban la internacional con el pu�o en alto y todo esto, en un momento la Junta de Gobierno se envalentona y declara la nacionalizaci�n del cobre. El 14 de junio de 1932, hecho que nuestros historiadores oficiales no mencionan. El 15 de junio mismo, un cable desde Washington dice que el gobierno de EEUU preocupado por el desorden que hay en Chile, ha enviado la flota con asiento en Panam�, para defender los intereses norteamericanos en ese pa�s. Esta se�al de que viene la flota norteamericana, con barcos de guerra a resolver este conflicto, es la se�al que le permite al sector reaccionario del Ej�rcito articular una alianza y derrocar, llam�moslo sin resistencia violenta, el gobierno de Marmaduque Grove, eso fue el 16 de junio del '32.

EL SOCIALISMO BURGU�S

La Junta de Gobierno de la Rep�blica socialista cesa ese d�a, llama a elecciones y en su primer manifiesto dicen que en vistas al desorden ellos han tenido que tomar el gobierno en sus manos, pero que siguen adelante con las ideas socialistas de la Junta de Gobierno anterior, s�lo que ahora van a llamar a elecciones porque Torres Caballero quer�a hacer socialismo sin elecciones. O sea, ninguna cr�tica al proyecto que planteaba la Rep�blica de Grove, as� se llam� porque Grove era el gran caudillo militar y posteriormente fundador del Partido Socialista.

De manera que llaman a elecciones y se presentan dos candidatos: Arturo Alessandri di Palma, el gran caudillo que hab�a sido electo como soluci�n a la crisis social de 1920 que hab�a vuelto nada m�s que para promulgar la Constituci�n del '25, y por lo tanto ten�a todo el prestigio, era el gran dem�crata, que hab�a sido perseguido por Carlos Ib��ez del Campo, y que por lo tanto hab�a tenido que volver al exilio. Y el otro candidato, un preso pol�tico llamado Marmaduque Grove, o sea, Grove es derrocado y encerrado junto con sus otros compa�eros en la isla de Pascuas, preso. Estando preso all�, sus partidarios de Santiago lo presentan como candidato a la presidencia de la Rep�blica en nombre del Socialismo. Para asegurar su reelecci�n, Alessandri promete que �l va a continuar en su gobierno con el programa socialista de la Rep�blica de Grove. El candidato de la derecha, proclama que �l va a continuar con el socialismo, solo que, respetando la propiedad privada, aliado con EEUU contra el peligro bolchevique, pero el socialismo, y Grove preso en la c�rcel, con un intento de asesinato, all� en la isla de Pascua, no puede hablar con ning�n elector, hacer ni un solo afiche, adem�s hay un clima de represi�n, por lo que, poco m�s hab�a que gritar Grove y salir arrancando, pero fue candidato, apareci� en las papeletas.

Bueno, en esas condiciones Grove gana la elecci�n en la capital, en Santiago, y es elegido en esa misma elecci�n como senador Eugenio Matte Hurtado que era el cerebro gris junto con Eugenio Gonz�lez de la Rep�blica Socialista. Pierde la elecci�n a nivel nacional, pero gana en Santiago.

Este per�odo de la historia chilena es poco conocido por lo que sigue: uno, porque a la burgues�a no le conviene su �pecadillo� socialista; otro, porque que se sepa que hubo una alianza de obreros, intelectuales y militares tampoco le conviene a nadie. Pero otra an�cdota, que tiene que ver mucho con la realidad actual, era ese momento el Partido Comunista, todav�a estaba la ida de la internacional roja, digamos una postura muy sectaria, muy sovi�tica, entonces ellos ven que estos burguesitos, que eran clase media alta, engominados, toman el poder y declaran el socialismo, y les parece que esto es �social-fascismo�, as� lo declaran, y se atrincheran en la universidad de Chile, en la casa central y proclaman el soviet de obreros, campesinos, soldados, ind�genas y carabineros, como diciendo, nosotros desconfiamos del socialismo de estos se�ores, y el verdadero socialismo es el que nosotros exigimos ac�. Bueno, obviamente eran alrededor de 25 personas.

Esta incomprensi�n del PC de la �poca, hace que los historiadores marxistas hayan soslayado la importancia de la Rep�blica de Grove. Ni los sovi�ticos, ni las ciencias sociales europeas le dieron debida importancia a este hecho, que a mi juicio es muy trascendental, porque por primera vez, la idea de socialismo, la idea del pueblo como sujeto social, llega a la Casa de la Moneda, y la lucha por los derechos de los trabajadores no es una mera demanda, sino que se siente la posibilidad de ejercer el poder, de tener ministros, de dictar decretos, leyes, de ejercer el control del Estado. Eso representa un salto gigantesco desde el punto de vista de la subjetividad revolucionaria del pueblo chileno. Porque una cosa es leerlo en los libros y otra cosa es ir al Palacio de la Moneda y hablar de t� a t� con el Presidente y sacar acuerdos de tales y cuales realizaciones.

De manera que hay un cambio cualitativo que hace que se reestablezca la dominaci�n olig�rquica en el gobierno de Arturo Alessandri de Palma entre 1932-1938, vuelvo a insistir, paralelo al socialismo militar que hab�a en Bolivia en ese momento, que tambi�n ten�a Asamblea Constituyente, y a pesar de ser un gobierno muy de derecha, muy represivo tambi�n, no hay un acuerdo entre las FFAA y la oligarqu�a. La oligarqu�a piensa que las FFAA est�n bajo sospecha, que hay un insurrecci�n de la Marina, que hay un Grove que proclama el socialismo, que hay un Ib��ez que tiene mucha autonom�a, entonces la propia oligarqu�a forma las fuerzas republicanas. Esto es importante, voy a ser m�s franco, estoy apuntando hacia quienes resuelven que el Ej�rcito es el brazo armado del a burgues�a, por si no he sido suficientemente expl�cito, quiero serlo, efectivamente est� la desconfianza que hay hacia el Ej�rcito, que ellos forman sus propias milicias republicanas, llegan a tener 20000 miembros y se discute en el Parlamento y la derecha defiende su derecho a tener milicias republicanas. En respuesta a eso, los socialistas de Grove, m�s por Grove que es un militar, que por alguna reminiscencia bolchevique, como algunos pretenden, forman sus propias milicias, las milicias socialistas, que son un cuerpo militar bastante bien estructurado, con importante potencial de fuego y que cada uno defiende con sus fusiles, digo, con sus mandos militares de manera p�blica y desfachatada.

Entonces, s�, es un pa�s bastante democr�tico, bastante, pero con un cuerpo armado paralelo, al margen del Estado y del Ej�rcito regular. Estamos hablando del per�odo de 1936-38. y como no somos los ingleses de Am�rica, pero somos muy euroc�ntricos, entonces viene el socialismo en Francia, en Espa�a, con la Rep�blica espa�ola y en Chile, entonces gracias a que un Grove, a que una Rep�blica Socialista que al a�o siguiente permite formar al PS como tal, con una identidad bastante distante del PC y de la experiencia sovi�tica, muy Latinoamericanista, muy en la l�nea de la APRA de Mari�tegui y Haya de la Torre, entonces, se forma el Frente Popular, y ah� hay otra novedad en el Frente Popular Chileno, la alianza del viejo partido Radical, que ya ten�a como 80 a�os de vida, de las capas medias, sectores latifundistas, burgues�a minera, movimiento obrero, PC, PS y la Central de Trabajadores de Chile, o sea, el principal instrumento de los trabajadores entra al gobierno, a la alianza pol�tica llamada Frente Popular. Tambi�n es una especificidad que hay que tomar en cuenta frente a lo que est� pasando hoy en d�a. Tenemos a continuaci�n entonces, que el Frente Popular llega al gobierno, derrota por estrecho margen a la derecha y nuevamente una parte del Ej�rcito se revela contra el gobierno encabezado por el Coronel Ariosto Herrera, invocando las posturas m�s reaccionarias, mas oscurantistas, en el fondo era una insurrecci�n anticomunista la de Herrera, a pesar de que el presidente de la Rep�blica era un tipo muy prestigiado, un radical, Pedro Aguirre Cerda. Sin embargo, era insoportable para este sector de la derecha que promueve un golpe de Estado y durante dos d�as hay un forcejeo, en el que las FFAA no reprimen el golpe de Estado y de este coronel, pero los movimientos populares salen a la calle y al final abortan este golpe, lo cual es otro indicador preciso e incuestionable de que ha habido a lo largo del sXX una fractura entre el Ej�rcito y la dominaci�n olig�rquica. All� se produce, estamos hablando de la crisis en Estados Unidos, viene la Segunda Guerra Mundial, lo que ayer describi� Gonzalorena, en el sentido de que no ten�amos activos encima, se produce el proceso de industrializaci�n por sustituci�n de importaciones, pero el hecho relevante que permite la modernizaci�n capitalista de Chile es el terremoto de Chill�n.

ESTADO DE COMPROMISO

Se produce un gran terremoto, muere mucha gente y el presidente Herrera lanza un plan de desarrollo, la �Ley de Reconstrucci�n y Movilizaci�n Nacional�, tiene un nombre espeso, que es el pacto de lo que se denomin� despu�s como �Estado de Compromiso�, es decir, aqu� tenemos cabida todos, los sectores de la burgues�a, los terratenientes, los se�ores mineros, la clase obrera, tienen derechos, tienen sindicatos, el Chile democr�tico que ustedes tienen como imaginario. Lo �nico que aqu� no caben ni los mapuches ni los campesinos. O sea, la torta alcanza para todos, pero dejemos a los campesinos a pie pelado, analfabetos, a los mapuches en sus reducciones, que son tan hediondos y tan borrachos, y nosotros modernicemos el Estado y la sociedad con un ascenso de los partidos socialistas y comunistas y con un desarrollo extraordinario de las relaciones internacionales de Chile, que emerge como un pa�s muy inserto en la situaci�n pol�tica Latinoamericana y mundial.

Este proceso del Estado de Compromiso termina a fines de la d�cada del '40, cuando el presidente Gabriel Gonz�lez Videla pone o�dos receptivos al mensaje del presidente Truman que le avisa �Don Gabriel, viene la Segunda Guerra Mundial y hay que olvidarse de los comunistas....�. Entonces G.G.Videla que ten�a ya sus crisis, porque el modelito no le permit�a resolver el problema de las demandas populares, resuelve el tema declarando fuera de la ley al PC. Entonces todo un retroceso en relaci�n a este avance que yo les vengo relatando desde 1920 a 1948. Declara fuera de la ley al PC y en ese per�odo G.G.Videla, si bien es cierto que adopta una pol�tica represiva en lo pol�tico, desde el punto de vista econ�mico sigue adelante con el proceso de industrializaci�n, de desarrollo hacia adentro y le grava con importantes impuestos a las empresas transnacionales del cobre, que le permiten financiar obras como la Universidad T�cnica del Estado, la carretera Norte-Sur, la modernizaci�n del pa�s, con impuestos a las transnacionales del cobre. Y en ese contexto de desarrollo democratizador, a pesar de que hay una ley maldita (la ley anti Partido Comunista) vuelve el General Ib��ez, pero como expresi�n de un descontento generalizado, no de la derecha olig�rquica, a la derecha olig�rquica le est� yendo bastante bien con G.G.Videla en el Estado de Compromiso. Aunque el gobierno no era de derecha, los de derecha s� hac�an buenos negocios porque la torta alcanzaba para todos, eso se llamaba el Estado de Compromiso. Cuando vuelve Ib��ez se produce un destape general y los movimientos sociales se lanzan a la calle de una manera muy parecida a lo que est� ocurriendo en estos d�as en Chile. Para que se siente un tipo que hab�a sido un dictador, que hab�a tenido campos de concentraci�n en Pisagua, este hombre quer�a pasar a la historia no como un cruel dictador sino como un modernizador, como un dem�crata. Y efectivamente llega a tal punto y aqu� voy a contar un par de an�cdotas sobre Ib��ez, porque es un monstruo de la pol�tica del s.XX chileno, que a fines de su gobierno logra un entendimiento con los principales l�deres progresistas, Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende, y hace un conjunto de leyes, que se llam�, al bloque pol�tico se le llam� �bloque de saneamiento democr�tico�, un conjunto de leyes que permiten democratizar el pa�s, evitar el cohecho que hab�a antes para las elecciones, generar una mayor descentralizaci�n en cuanto a la representatividad parlamentaria, sanear bastante el sistema democr�tico.

LA DEMOCRACIA A PLENO

Me atrever�a a decir que entre 1958 y 1973 nada m�s que en esos 25 a�os, Chile fue uno de los pa�ses m�s democr�ticos del mundo, con un enorme espacio de libertades p�blicas, no todas respetadas pero comparativamente, despu�s en el exilio pude conocer muchas constituciones incluso de pa�ses muy modernos, que no ten�an el grado de alcance de las libertades que hab�a en Chile en esos 15 a�os. La an�cdota que quiero relatar es que siendo Ib��ez un l�der burgu�s, un militar, que hab�a hecho una apertura pol�tica, segu�a por sobre todo siendo un hombre de carne y hueso, mas�n, ateo, y enemigo de la familia de Alessandri, su rival desde 1920, imag�nense, 1920, 1958, cuando ganaba Alessandri Ib��ez se iba, cuando ganaba Ib��ez, Alessandri se iba, uno contra el otro en la pol�tica democr�tica, los candidatos presidenciales, los candidatos a senadores, candidatos a los municipios, generalmente se peleaban el respaldo o de los Alessandri o de los Ib��ez. En ese contexto, el candidato a presidente en 1950, despu�s de Ib��ez, es Jorge Alessandri Rodr�guez, el hijo de Arturo Alessandri con la salvedad don Jorge Alessandri es un gran empresario industrial, un ingeniero muy capitalista, muy pro norteamericano, y muy democr�tico, hay que reconocerlo, luego el tiempo hace justicia, como que se opuso al aislamiento de Cuba en la OEA. tuvo varios gestos, bueno, pero era Alessandri, era hijo de su pap�, entonces viene el d�a de la elecci�n, el 4 de Septiembre de 1958 y empiezan allegar los resultados. Eran cinco candidatos, y el primer bolet�n oficial le da la victoria a Salvador Allende; a las seis o siete de la tarde, el segundo Bolet�n Oficial de las nueve de la noche tambi�n le da la victoria a Allende, tercer Bolet�n Oficial, a las once de la noche, victoria a Allende. Allende ten�a un programa marxista revolucionario, el FRAP en el a�o '58 levant� una bandera de lucha y un programa radicalmente anticapitalista: nacionalizaci�n del cobre, derechos sindicales, faltaba proclamar algo as� como la �Rep�blica de los Trabajadores�, pero era muy radicalizado su programa, con muchos p�rrafos, muchas proclamas que despu�s fueron ignorados en las futuras candidaturas de Allende.

En este contexto, a las once de la noche, cuando llega el �ltimo c�mputo, don Carlos Ib��ez llama por tel�fono a Salvador Allende y le dice �mira, vente a la Moneda porque te voy a proclamar candidato electo�, y Salvador Allende muy extra�ado, le dice, �s�, pero falta el �ltimo c�mputo�. Ib��ez le contesta que s�, que es cierto, pero que ese c�mputo lo tiene �l y que nadie lo conoce y que se lo va a dar a conocer a �l, bueno, Allende se da cuenta de que hay gato encerrado y le dice �mira, disc�lpame, y quiero saber, porque si voy a ir all� los periodistas van a preguntar�, bueno, de tanto forcejear, Ib��ez le dice �mira, lo que pasa es que este canalla te est� ganando por una porquer�a, por 2.000 votos, y yo no le voy a entregar el poder a este hijo de puta, entonces vente para ac� porque yo te voy a proclamar a ti y voy a decir que t� ganaste�. Bueno, todos saben que Allende era un caballero, no pod�a aceptar una cosa de este tipo, le dijo que muchas gracias pero que �l se iba a preparar para la pr�xima elecci�n para que no hubiera cuestionamientos y por eso sube, por primera vez desde 1925 un candidato de la derecha empresarial. En realidad por segunda vez, pues hay un intento de regresi�n capitalista formal entre 1958 y 1964.

Los elementos que estoy se�alando apuntan a que el proceso pol�tico chileno se debe precisamente a una carencia de hegemon�a burguesa, que la acumulaci�n originaria capitalista siempre fue insuficiente, fue interrumpida, la que se desarroll� en el s.XIX con gran potencia, con las exportaciones de trigo, de carnes de cerdo, de oro, de plata, de cobre, de salitre, es interrumpida con la Rep�blica olig�rquica, se gastan estos se�ores sus riquezas construyendo grandes edificios de m�rmol, al estilo greco-latino en el centro de Santiago, pero dejaron en la exclusi�n social al 90% de los chilenos. De manera que no alcanzaron a consolidarse como clase dominante, despu�s viene la crisis del salitre, la primera Guerra Mundial, y vienen los movimientos militares, estos movimientos sociales, viene el Frente Popular y ceden, ceden, tienen que hacer ajustes para mantener lo esencial de la dominaci�n de clase, y producto de estas concesiones es un Alessandri, un Ib��ez, incluso un G.G. Videla, que por m�s que hizo la ley maldita, la ley contra el P.C., realmente en t�rminos econ�micos gener� una clase media, profesional muy potente. De hecho el partido Radical se fortaleci� mucho durante esos 14 a�os de gobierno radical.

Entonces, estamos en el momento en que trata de volver la derecha con Jorge Alessandri Rodr�guez despu�s que le gana la elecci�n por muy poquito margen a Allende, un candidato marxista, revolucionario, con declaraci�n de principios absolutamente transparentes y viene la Revoluci�n Cubana, que cambia el mapa pol�tico de toda Am�rica Latina.

De manera que Jorge Alessandri no puede quedar al margen del proceso de reformas que propone Kennedy y la Alianza para el Progreso e intenta la reforma agraria. El gobierno de derecha de Jorge Alessandri intenta la reforma agraria y no tiene los votos de la derecha en el Parlamento. Alessandri fue m�s all� de su clase social porque estaba presionado en�rgicamente por EEUU. Y estos fen�menos tienen importancia porque �qu� ocurre? EEUU lanza la Alianza para el Progreso, exige la reforma agraria, exige llevar el capitalismo al campo, exige que el campesinado se alfabetice, que se incorpore al ejercicio de la ciudadan�a, con esto est� abriendo la caja de Pandora y para poder sostener ese esfuerzo en Chile financian la campa�a de Eduardo Frei Montalva y lo transforman de un peque�o candidato cristiano, l�der de un partido peque�ito, en el candidato �nico de la derecha chilena, y le dicen �mire, si ustedes no apoyan a Frei Montalva, si no hacen la reforma agraria, si no apoyan a la Alianza para el Progreso, Salvador Allende va a ser presidente en el '64 y no podemos tener un Allende en el '64 con un Fidel Castro en el '59�.

Es el peligro castrista lo que obliga a un gobierno de derecha como el de Alessandri a llevar a cabo una reforma agraria que fracasa y es el peligro castrista el que hace que tomen a Frei y humillen a la derecha chilena, porque la humillaron, la derecha se cre�a con todo el derecho de elegir su candidato, estaban en el gobierno. EEUU los obliga a deponer su candidato y a apoyar a Frei.

Hay un hecho traum�tico ah�, en la Convenci�n de los partidos de la derecha, se est� discutiendo su apoyo a Frei, que no ten�a ninguna otra explicaci�n que no fuera la presi�n de los EEUU, un senador muy importante, Ra�l Mar�n Balmaceda, ley� su discurso y le dio un infarto y se muri� ah� mismo, tan traum�tica fue la dominaci�n, la arrogancia norteamericana para ordenar el mapa pol�tico chileno a fin de impedir el triunfo de Allende. Y lo logra, se hace entonces la reforma agraria de Frei, y eso es muy conveniente para los EEUU pero era insoportable para el modelo econ�mico chileno. De ninguna manera la econom�a chilena generaba los excedentes para que adem�s de los obreros, los intelectuales, los universitarios y los industriales, los mineros, los comerciantes tuvieran un espacio en la mesa, no hab�a espacio en la mesa para los campesinos y los mapuches y revent� el modelo, el modelo revent� con Frei, no con ellos.

Sin embargo, hay un hecho notable que, la cuesti�n en Am�rica Latina se empieza a abordar por todos lados, cae Kennedy, asume Johnson, la guerra de Vietnam pasa a ser la principal preocupaci�n norteamericana, y EEUU decide que no hay m�s Alianza para el Progreso, que no hay m�s reforma agraria, que no hay democratizaci�n, y da el golpe de Estado en Brasil, el de Joao Goulart , eso lo dijo una vez Nixon, donde va a Brasil, va a Am�rica Latina, y realmente Frei, que llega a la presidencia en el '64 con el influjo de la Alianza para el Progreso, con el influjo de la reforma agraria, con el influjo de la democratizaci�n, de dar libertades p�blicas, de atraer a la clase obrera, de quitarle, en el fondo, el espacio pol�tico a Allende, a la izquierda marxista, porque en el fondo era esa la disputa de Frei, ser tan revolucionario como Allende pero en libertad, la �revoluci�n en libertad�, no la revoluci�n marxista de Allende, sino la revoluci�n en libertad. Para esa revoluci�n en libertad que EEUU le acepta a Frei, le financia �porque se la financia- es EEUU el que transforma a Frei en l�der y en presidente, no es el desarrollo pol�tico interno de Chile.

Es en ese contexto en que Frei desata un proceso de, las leyes y estructuras econ�micas del pa�s no estaban en condiciones de soportar, EEUU da el golpe en Brasil y echa pie atr�s. Por lo tanto, la velocidad reformista de Frei se queda sin espacio, sin piso, sin el sost�n norteamericano al primer a�o de su mandato. Y eso conden� a Frei. Sencillamente lo dej� sin capacidad hegem�nica y habiendo ganado con el 56% de los votos, el candidato presidencial de la Democracia Cristiana en 1970, contra Salvador Allende, que sac� el 28% de los votos.

LOS DOCUMENTOS DESCLASIFICADOS DE EEUU

Este hecho yo lo quiero describir, subrayar la importancia de la intervenci�n de los EEUU en los asuntos internos, dom�sticos de Chile. Y este tambi�n es otro hecho que nuestros historiadores omiten, por ignorancia o porque fueron trabajados de manera muy subrepticia, la CIA anda poniendo certificados de sus acciones, desclasifica sus documentos cada 30 a�os pero esta intervenci�n es la que hace que Radomiro Tomic que quer�a seguir con el impulso revolucionario del '64 no s�lo de la reforma agraria, sino que quer�a nacionalizar el cobre, no logra el apoyo pol�tico de su compa�ero Eduardo Frei, de sus compa�eros de partido que estaban en el gobierno, Frei le quita el piso a Tomic. Tomic, por lo tanto, llega tercero en la campa�a presidencial de 1970 que gana por muy estrecho margen Salvador Allende, segundo Alessandri, el candidato de la derecha tradicional y tercero Tomic, pero aqu� est� el detalle y este detalle lo subrayo porque tiene que ver con lo que est� pasando hoy en d�a en Chile.

Allende gana apenas con el 36% de los votos, con muy estrecho margen, s�lo con el 2% sobre Alessandri, pero al d�a siguiente de su triunfo, que no le permit�a ser presidente porque en ese caso la ley contemplaba que ten�a que elegirlo en el Congreso, donde ten�a mayor�a la alianza dem�crata-cristiana y de derecha. Al otro d�a, Tomic va a la casa de Allende, lo felicita, lo abraza y ofrece su apoyo. Este abrazo del 5 de Septiembre de 1970, yo dir�a que es el elemento determinante de cualquier soluci�n de cambio pol�tico futuro actual en Chile. La alianza de Tomic, un candidato dem�crata-cristiano, progresista, que postulaba igual que Allende la nacionalizaci�n del cobre, igual que Allende profundizar la reforma agraria, igual que Allende un proyecto de desarrollo nacional aut�nomo de EEUU y por cuya raz�n EEUU no lo apoy� y por cuya raz�n Frei no lo apoy�, esa la alianza representaba, en ese momento, el 66% del electorado.

Este es el hecho relevante de la pol�tica chilena, este es el hecho determinante de que la alianza de la clase obrera del marxismo revolucionario, del cristianismo progresista, de los sectores light y de los sectores que vienen del Frente Popular, que impulsaban la educaci�n desde el Estado, la salud desde el Estado, los planes habitacionales, el desarrollo hacia adentro pero con autonom�a de EEUU, este hecho es lo que ha determinado esencialmente el golpe del '73 y el nuevo modelo econ�mico que se nos impone y que lo describi� ayer Jorge en su charla. De manera que, el triunfo de Allende, no es el triunfo de una miner�a del tercio marxista, es el triunfo de una corriente de cambio que comienza en la generaci�n del '20, con Neruda, con Eugenio Gonz�lez, que va arrinconando a la oligarqu�a y oblig�ndola a hacer concesiones de poder y que culmina en el '70 con un Allende que interpreta un proceso hist�rico de toma de conciencia democr�tica del pueblo chileno y que cuyas propuestas tienen que ver con la experiencia hist�rica concreta del pueblo de Chile. Si hay una acusaci�n est�pida o malintencionada es que Allende quiso aplicar el modelo ruso o el modelo cubano en Chile. De hecho, los grandes pensadores, los grandes intelectuales que diagnosticaron la realidad, Ariel Tito Santa Cruz, Jorge Ahumada (ver) desde luego, Prebisch, todo ese ideario, no ten�a detractores. La derecha chilena no ten�a propuestas alternativas a esa formulaci�n de utilizaci�n de las riquezas naturales, especialmente minerales en el caso chileno para realizar un proceso de industrializaci�n con autonom�a del imperio. Es m�s, en 1866 en la mitad del siglo .XIX, antes de la guerra con Bolivia, la Sociedad de Fomento Fabril, en sus acuerdos fundacionales, declara que Chile, por la riqueza mineral que tiene, deber�a ser un pa�s manufacturero e industrial. Entonces, esta no es un engendro marxista, no es una copia de ning�n modelo, es el producto de una estimaci�n de la sociedad chilena y por el lado cr�tico, de una sobrestimaci�n del peso de la institucionalidad, porque se pens� que dado que se ten�a esa correlaci�n de fuerzas, el Parlamento iba a respetar la voluntad soberana del pueblo, ya se sabe c�mo termin�.

EEUU Y LA INTERVENCI�N CONTRA ALLENDE

En realidad, entender estas correlaciones de fuerzas que se fueron configurando simplifica la comprensi�n del efecto Pinochet y del golpe de Estado. Hay que destacar que Allende es elegido con 1/3 de los votos el 4 de Septiembre de 1970 y el d�a 7 de Septiembre Nixon recibe en su oficina al director del mercurio. Algunos de ustedes alguna vez hab�an intentado alguna vez conseguir una entrevista con un senador, con un diputado, con un intendente, con un Presidente de la Rep�blica, imag�nense lo que cuesta conseguirse una entrevista con el presidente de los EEUU. Bueno, Nixon le dio en 48 hs una entrevista al director del mercurio y Agust�n Edwards le pidi� al
presidente la intervenci�n de los EEUU para que Allende no asumiera la presidencia el 4 de Noviembre de 1970 que es la fecha legal de la toma del mando, 60 d�as despu�s de su elecci�n como presidente. De manera que la intervenci�n norteamericana fue total, desfachatada, las cr�nicas est�n ah�, al conocimiento del p�blico, lo investig� el senado de EEUU. Para quien no los haya le�do, quiero simplificar, dicen que Nixon golpe� la mesa y dijo �Quiero aplastar a Allende como a una cucaracha!�, a gritos, rabioso, vamos a hacer crujir la econom�a, d�ganle a la CIA, al Pent�gono, que meta las fuerzas de tarea al precio que sea necesario, pero que hay dar el golpe de Estado. Eso estaba decidido mucho antes. Esto es lo que quiero subrayar, para ponerle pa�os tibios al debate sobre si Allende podr�a haber o no resistido, si hubiera cambiado un par de Generales, si hubiera tomado medidas m�s de izquierda o menos de izquierda.

Yo despu�s de resistir lo que puede, al igual que miles de chilenos, sal� al exilio y conoc� pr�cticamente todos los procesos revolucionarios y nadie me puede decir que el proceso de Allende era demasiado socialista. La revoluci�n sandinista ten�a un proyecto que era la tercera parte de radicalidad del proceso chileno y lo defenestraron de manera que no es por eso, no es el tema de hoy analizar porqu� cay� Allende, pero quiero se�alar enf�ticamente que las condiciones para modificar la correlaci�n de fuerzas desde la estructura del poder burocr�tico formal del gobierno en alianza con luchas obreras de la base, con soldados progresistas, con la oficialidad progresista, no es ninguna locura, no es ninguna utop�a, no es ninguna cosa inviable.

Quiero decir, por lo tanto, que si bien no se puede hablar a 30 a�os de distancia, que hab�a condiciones para que ese proceso se consolidara y pudiera haber seguido avanzando, en defensa de la simplificaci�n, concretamente quiero se�alar que Allende no ten�a ni la ingenuidad del reformista burgu�s que pensaba que pod�a hacer cambios sin la intervenci�n de EEUU y la oligarqu�a, ni el dogmatismo de la ortodoxia insurreccional que pensaba que llev�ndoles armas al pueblo se pod�a derrotar una fuerza hist�rica de una alianza de clases que no era solo de la oligarqu�a, porque la democracia cristiana, gran parte de las clases medias, se sumaron al golpe debido m�s bien a los roles pol�ticos. La derrota de Allende es una derrota pol�tica del a�o '72, despu�s del paro de Octubre y no es una derrota militar del 11 de Septiembre de 1973 porque como todos sabemos, no hubo guerra, no hubo un enfrentamiento, y la parte del Ej�rcito que respaldaba a Allende fue neutralizada en las primeras horas del golpe. En Chile, el primer golpe fue contra el Jefe de la Marina, que fue destituido y fue tomado prisionero 5 d�as antes, estaba prisionero 5 d�as antes, despu�s fue destituido el Jefe del Ej�rcito, el Gral. Pratt con una acci�n de provocaciones, con servicios de inteligencia que desemboc� en su renuncia. Despu�s cay� el Jefe de la Aviaci�n mediante una discusi�n interna en que el m�s fascista, el m�s golpista, asume el mando y el mismo d�a 11 a la ma�ana el Jefe de Carabineros, entonces, pr�cticamente hubo cuatro cambios en el alto mando en menos de un mes. El Jefe del Ej�rcito, de la Marina, Aviaci�n y Carabineros. En los cuatro ramas de las FFAA hubo cambios poquito antes del golpe, de manera que el mismo d�a que cae Salvador Allende ya fue la ocupaci�n de la ciudad, no hubo una resistencia.

Los que ten�an clara la cosa eran los EEUU. Hab�a que recuperar el cobre, no se pod�a recuperar el cobre con un presidente de derecha porque si en las pr�ximas elecciones gana un presidente capitalista, pro norteamericano, la Constituci�n no le permit�a entregar el cobre. La Constituci�n hab�a quedado absolutamente amarrada en t�rminos de que seg�n dice la cl�usula constitucional aprobada por el Parlamento chileno con unanimidad, dice, �todos los yacimientos mineros son de propiedad absoluta, exclusiva, inalienable e imprescriptible del Estado�. No hay en la ciencia jur�dica ninguna definici�n tan completa, tan concluyente como la de la reforma constitucional de Allende, y es tan completa y totalizante, estos cuatro conceptos de absoluta, exclusiva, inalienable e imprescriptible de propiedad del Estado, que Pinochet, en la Constituci�n de 1980, la conserv� intacta. Hubo un debate en las FFAA y en el Ej�rcito pero prevaleci� la idea de que eso no se pod�a modificar. Primero, porque era una gran riqueza y segundo, porque hab�a sido aprobada por unanimidad en el Parlamento y en buena lecci�n pol�tica, l�anse los discursos de los l�deres de la derecha chilena que en el a�o '71 fundamentaron, desde el punto de vista ideol�gico, su apoyo a la nacionalizaci�n del cobre chileno. Eso hace muy bien para entender la actual nacionalizaci�n del petr�leo en Bolivia, en Venezuela, etc.

LA RECUPERACI�N DEL COBRE

Bien, voy a hacer una s�ntesis de la �ltima parte. Estamos con que el objetivo del golpe es recuperar el cobre en primer lugar, y para eso es indispensable un golpe, no puede haber una elecci�n, no se pod�a esperar tres a�os m�s, la guerra de Vietnam est� exigiendo cobre ah� y Chile los ten�a en sus manos. Segundo, para desarticular el movimiento social, dicho de otra manera, si queremos seguir la memoria de Henry Kissinger, hab�a que terminar con esa tan extra�a y �nica en el mundo unidad entres socialistas y comunistas, esa es la clave.

Dado que el movimiento social chileno ten�a una dependencia tan importante de los partidos socialistas y comunistas y tambi�n de los dem�cratas-cristianos y radical, lo importante era producir un corte entre los partidos pol�ticos y el movimiento social, de manera que desarticulado el movimiento pol�tico, las c�pulas pol�ticas, el movimiento social qued� inmediatamente neutralizado. A m� me toc�, yo conoc� de cerca las Asambleas Obreras del a�o '74 y '75, que el presidente del sindicato ten�a que ir a la comisar�a a dar cuenta y ah� resolver a las seis de la tarde que tales y cuales socios llegaban en un cami�n, en un pelot�n de carabineros, de soldados, rodeaban el local, se met�an dentro de la sala y una vez que estaba el oficial con los soldados, contando los obreros, el presidente del sindicato pod�a decir, con la venia del se�or Comandante, �se abre la Asamblea�....

Este era el nivel de las cosas, por no hablar de los cr�menes que ustedes ya conocen mejor que yo. Y por lo tanto, quiero ir a un tema bien de fondo, para dejarlo anunciado nom�s, no es a mi juicio muy riguroso hablar de una especie de cambio m�gico, de que los movimientos sociales dejen de pronto de tener la impronta obrero-clasista y se transformen en algo divorciado de la pol�tica y de los grandes problemas nacionales. Lo que pasa es que el �nico alero posible fue la Iglesia y usted no pod�a ir a la iglesia con las rojas banderas del socialismo a atacar la dictadura, o sea, el espacio fue para los derechos humanos, para protestas culturales, grupos art�sticos, de teatro, con una connotaci�n muy religiosa, comunidades cristianas de base, surge la protesta ecol�gica, etc. Yo creo que la gran victoria estrat�gica que se le puede atribuir a Pinochet es m�s bien de car�cter cultural. El haber introyectado la idea del individualismo, la idea de la competitividad y sobre todo la idea este de Chile como un pa�s lejano a Am�rica Latina, un buen alumno en un mal barrio, pobrecitos estos latinoamericanos que todav�a siguen pegados al siglo pasado y nosotros que nos adelantamos al s.XXI y hay una lecci�n al mundo, esto es t�pico de Chile, hablar de darle una lecci�n al mundo, cualquier cosa, mientras m�s ignorante es el expositor, m�s habla de que Chile le est� dando lecciones al mundo.

Estos sectores relativamente progresistas han ca�do en esa renuncia que no resiste el menor an�lisis, pero quiero decir que, a contrapelo de esto, hubo un hecho muy relevante de lo que es la econom�a y pol�tica. Lo que estoy se�alando es apuntar en contra de quienes pretenden que los procesos econ�micos tengan una l�gica diferente a la de los procesos pol�ticos. Pinochet cae en la peor crisis econ�mica. En 1982 el PBI cae al -14%, esa crisis, en cierto sentido es peor que la de 1929, el Estado segu�a sin recursos y �l orden� a dos ministros, Hern�n B�chi y Jos� Pi�era que dicten una ley para que venga el capital extranjero a como de lugar. Dictan la ley 18.097, decir ley en dictadura es un eufemismo, todos sabemos que es un �decreto�. Entonces, esta ley dice lo siguiente, la Constituci�n que hab�a sido impuesta por Pinochet en 1980, dos a�os antes, conserva textual la nacionalizaci�n que hizo Allende de que todo el subsuelo es de propiedad �absoluta, exclusiva, inalienable e imprescriptible� del pueblo chileno, del Estado chileno. Entonces estos legisladores, Pi�era y Hern�n B�chi inventaron un subterfugio para decir s�, es de propiedad del Estado, pero el Estado como due�o puede darlo en concesi�n. Yo puedo, como propietario de esta salita que est� ah� al lado yo puedo, propietario, ofrecerla a alg�n vecino que se instale ah� con una cafeter�a, s�lo que cuando yo quiera, le quito la concesi�n, ese es el principio de la propiedad privada sagrada, en cualquier lugar del mundo.

Entonces, en qu� consiste esta ley, que es a mi juicio el factor que esclarece y orden a la pol�tica chilena de los �ltimos 30 o 40 a�os...la ley dice �el Estado chileno lo puede dar en concesi�n a un privado o a una transnacional extranjera el yacimiento de cobre, o de cualquier mineral, y si en alg�n momento el Estado quisiera quitarle la concesi�n por ser su propietario en ejercicio del derecho de propiedad le garantiza al capitalista extranjero el pago, en efectivo, cash, al momento de la expropiaci�n o de la recuperaci�n, todo el valor monetario de lo que habr�a ganado esa empresa concesionada si hubiese explotado hasta el �ltimo grano de todo el yacimiento. O sea, si debajo de la monta�a hay cobre para 100 a�os, el Estado chileno se lo paga por adelantado, los 100 a�os de ganancia del cobre, y esto, como en Chile se le pone un nombre perfumado a las cosas m�s brutales, se llam� �Concesi�n Plena�. Se invent� esa figura jur�dica que no existe en ning�n lugar del mundo. Fue tan grosero que un prominente intelectual pinochetista, Pablo Rodr�guez �Res� (ver, que hasta hoy es el abogado defensor de Pinochet, fue uno de los principales cerebros del golpe de Estado, pero nunca pudo ocupar ning�n cargo, porque �l ten�a una visi�n m�s nacionalista, y su nacionalismo se vio aqu�, es este momento, porque cuando Pinochet dicta esta mal llamada �ley�, Pablo Rodr�guez, escribe un art�culo, con su foto, con su nombre y dice m�s o menos as� �el gobierno acaba de promulgar esta ley influido por los Chicago Boy's, neoliberales que se han adue�ado del gobierno militar y esta ley viola la doctrina minera de Chile de los �ltimos 100 a�os y adem�s, viola la Constituci�n, porque la Constituci�n dice que el Estado es el �nico due�o de los yacimientos, y por lo tanto, no puede concesionarlo en calidad de propiedad privada definitiva, como lo dice esta ley, es decir, viola la Constituci�n que el r�gimen militar acaba de promulgar y adem�s esto ha sido hecho a espaldas del pueblo de Chile y de quienes han apoyado el r�gimen de Pinochet�...por lo tanto, dice, �dejo constancia de mi repudio�. Sin embargo, en la �ltima p�gina, dice el se�or Pablo Rodr�guez, �sigo apoyando el r�gimen de Pinochet porque �l nos liber� del comunismo�. Dicho esto en 1983 equivale a decir, �excuse moi�, para salvarme dejo esta frase diciendo que soy pinochetista, pero lo que aqu� se ha hecho es algo que viola no s�lo la doctrina de Pinochet sino que viola todo el proceso hist�rico de construcci�n de un Estado soberano.

Esta ley produjo tal repudio en el mundo, que Radomiro Tomic que estaba en EEUU organiz� a todos los sectores dominantes, empresarios, ex-militares, gente de izquierda, obviamente de la democracia cristiana y form� la �Comisi�n de Defensa del Cobre� al que adhirieron todos los actuales dirigentes pol�ticos de la Concertaci�n, los cuatro que han sido candidatos presidenciales, toda la elite pol�tica que en ese momento era anti-pinochetista, democr�tica, prometi�, bajo su firma, que llegando la democracia esta ley iba a ser derogada porque, como acaban de escuchar ustedes, es un engendro que no existe en ning�n otro lugar del mundo, ni en los m�s atrasadas tribus africanas existe una normativa tan enajenante del patrimonio de un pueblo.

Bueno, lo que ha ocurrido entonces es que, cuando ya Pinochet est� a punto de ser defenestrado por EEUU, antes de sacar a Pinochet de la Moneda, llama a todos estos pol�ticos y les dice, bueno, nosotros sacamos a Pinochet, pero ustedes nos garantizan el cobre. Y eso es lo que explica la pol�tica chilena de hoy. Esa elite acept� este trato. Otra condici�n que puso EEUU fue la impunidad para Pinochet, este hombre no puede morir en la c�rcel, fue nuestro hombre, es un hijo de perra, pero es nuestro hijo de perra, entonces impunidad para Pinochet, no se mueve la ley de Amnist�a, en fin, el elemento central de la negociaci�n fue el cobre, tienen que entreg�rselo a las transnacionales y por lo tanto, esta ley se mantiene. No s�lo se mantiene sino que sume Alwyn el 11 de Marzo de 1990 y en Abril, un mes despu�s de asumir, manda un proyecto de ley al Parlamento, imag�nense con todo el fervor de la victoria, estamos en democracia, se acab� la dictadura y dem�s, y en ese proyecto de ley, encubierto detr�s de un t�tulo que era aumentar el IVA para gasto social, �ahora vamos a ocuparnos de la gente� dec�a esta ley, entre la cantidad de art�culos, metieron dos art�culos que les dan las m�s amplias facilidades a las empresas transnacionales para que no tengan p�rdidas en sus balanzas, para que no tengan que pagar impuestos, y para que no tengan que dar balances p�blicos, que puedan hacer todo esto de manera encubierta, que tambi�n es una legislaci�n que no existe en ning�n lugar del mundo.

Es decir, una empresa transnacional que mueve de 15 a 20 mil millones de d�lares, act�a en la econom�a chilena igual que un zapatero en su negocio. El autor de este engendro es el actual senador del Partido Socialista, Carlos Ominami. Entonces, cu�l es el hecho perverso que hay ac�, que ante la opini�n p�blica, ante el imaginario del pueblo chileno, cay� la dictadura y llegamos a la democracia, pero el proceso econ�mico real, EEUU derroc� a Allende y permiti� la matanza que se produjo en Chile con el principal fin de recuperar el cobre. Como no pudo recobrar el cobre con Pinochet, EEUU le dio vuelta la cara, le envenen� los granos de uva, lo tir� en la prensa mundial, vot� contra Pinochet en las Naciones Unidas en el a�o 1987-88, acus�ndolo de grandes violaciones a los Derechos Humanos, e instal� o ayud� a instalar y financi� a una dirigencia pol�tica que no hab�a jugado un rol relevante e los movimientos sociales anti-dictadura y los transform� en la elite de Estado y de los partidos pol�ticos mediante una operaci�n de ingenier�a social, de cirug�a mayor que estuvo a cargo del embajador de EEUU Henry Barnes y del nuncio apost�lico del Vaticano Angelo Solar
(no puedo confirmar los nombres en internet, ver).

He aqu� a los dos jefes de la transici�n pol�tica chilena y �por qu� esos dos jefes son extranjeros? Porque as� como Frei y Allende le pusieron una bomba de acero y dinamitaron la hegemon�a burguesa, Pinochet le puso la bomba de tiempo a todo el sistema capitalista. En la crisis del a�o '82, cuando se dicta esta ley, Pinochet llega a encarcelar a los principales empresarios bancarios y el Estado se hace cargo de todo aquello que hab�a sido privatizado, de manera que en la �poca de Pinochet del a�o '81 al '84 la historia econ�mica de Chile ser� conocida como la �poca en que en toda la historia republicana, el Estado tuvo m�s propiedades en su mano. No fue durante el gobierno de Allende ni en el apogeo de las expropiaciones de Allende se lleg� jam�s ni siquiera al 50% de la propiedad empresarial en manos del Estado. A ese que se acusaba de gobierno comunista, no alcanz� a hacer ni el 50% del PBI en manos del Estado. En cambio, con Pinochet, cuando viene esta crisis de 1982, la intervenci�n del Estado es total, al punto tal que encarcela a los propios gerentes que ellos hab�an transformado en la nueva burgues�a, sobre todo el sector bancario. De manera que este viraje de EEUU de sostener a Pinochet y luego cambiarlo, se da en un momento de auge de las protestas sociales, de los movimientos de masas, creo que eso ustedes s� lo conocieron por la prensa, masivas manifestaciones de Arica, Magallanes, con copamiento de los sectores poblacionales, con fuerte represi�n , con 30 o 40 muertos, eso, en uno, dos, tres a�os m�s iba a desembocar en una verdadera insurrecci�n democr�tica del pueblo e iba a sentar las bases de una ca�da de la dictadura y de una intervenci�n de un gobierno democr�tico, para all� iba, pero EEUU se adelant� y lo hizo b�sicamente por dos coyunturas que no podemos silenciar ac�: una, el derrumbamiento de la URSS, del Muro de Berl�n, la ca�da del socialismo...ya EEUU es due�a del mundo. Y la otra es que, en el fervor del movimiento de masas contra Pinochet, que era realmente generalizada, yo dir�a que all� explota toda la historia de los a�os veinte, treinta, cuarenta, con su entrada de protestas sociales que estaban muy comprometidas, en que estaban unidos comunistas, dem�cratas sociales, radicales, socialistas. En esa unidad anti-dictatorial que se estaba fraguando, en esas condiciones emerge el factor armado. Por primera vez hay un instante serio de insurrecci�n armada. Vienen grupos bajo el liderazgo del Frete Patri�tico Manuel Rodr�guez y hacen una intervenci�n de armas muy considerable, con un armamento capaz de permitir la toma de la ciudad de Valpara�so, de generar un hecho de confrontaci�n a gran escala con el Ej�rcito de Chile. Y esa internaci�n de armas, todo indica que fue detectado por la CIA, viene el Comandante en Jefe del Comando Sur a la Escuela Militar de Santiago. A la semana siguiente aparece al descubierto el ingreso de ese arsenal en la zona norte y paralelo a eso, pr�cticamente con un mes de diferencia, fracasa el atentado contra Pinochet. entonces, yo dir�a que estos tres elementos, el fracaso de la configuraci�n de una alternativa armada, el fracaso del atentado militar y posteriormente el derrumbe de la Uni�n Sovi�tica que ven�a, que ya estaba cantado, ya un a�o antes se sab�a que ven�a, determin� que EEUU se precipitara y abort� el movimiento popular, de masas, unitario, democr�tico, insurreccional. No era militar, pero s� era con expresiones de violencia activa de la sociedad o del pueblo. En ese contexto, instalan un liderazgo del gobierno y de la dirigencia pol�tica que se comprometen para poder llegar a esa dignidad de presidentes, senadores, diputados, para llegar a controlar de nuevo el Estado bajo las condiciones de entregar el cobre, de mantener a Pinochet por lo menos fuera de la c�rcel, y de desactivar el movimiento social, desactivar a esta Chile que yo les acabo de describir, desactivar el movimiento social e impedir la unidad socialista, comunista, en ese contexto.

De manera que se produce el plebiscito, apoyado por EEUU, el pueblo cre�a que estaba derrotando a Pinochet y a EEUU juntos, pero las camionetas del plebiscito, los afiches, los programas de TV, los actores, los locutores, todo era pagado por EEUU, hasta hab�a diferentes agencias, la CIA nos instal� una oficina para entregar con facturas sus aportes, son m�s sofisticados. Por eso digo que los verdaderos jefes de la transici�n son (Harry Barnes) y su secretario de cultura, (Peter Bichasu) y (Angelo Solari).

Una an�cdota. (Angelo Solari) sali� de Chile, cumpli� brillantemente su misi�n, lleg� al Vaticano, y antes de 30 d�as fue designado Secretario de Estado del Vaticano. De simple Nuncio en Chile pasa a ser el n�mero uno del aparato estatal del Vaticano y a (Harry Barnes) lo trajeron de la India, EEUU sacrific� al m�s brillante de sus agentes, que pod�a haber sido Secretario de Estado en un pa�s que tiene la bomba at�mica, la principal potencia en la bisagra entre Chile y la Uni�n Sovi�tica, un pa�s complej�simo, lo traen de all�, lo traen a un pa�s chiquito que representa el 0,25% de la superficie total de la tierra, Chile es la cuarta parte del 1% de la superficie terrestre y en ese punto del planeta est� concentrado m�s del 40% de las reservas de cobre del mundo y es lo que explica todo el proceso pol�tico chileno.


Entonces, en ese contexto, (Harry Barnes) cumple una misi�n brillante que permite apartar a Pinochet del Palacio de la Moneda, dejarlo como garant�a del modelo econ�mico y promover una nueva acumulaci�n capitalista que permit�a generar una nueva clase social dominante. Este proceso est� inconcluso. Se me piden una conclusi�n de lo que quiero decirles hoy, es que con todos estas avatares, ni EEUU ni las clases dominantes chilenas han logrado reestablecer la hegemon�a que hab�a en 1920, que tuvieron entre 1890-1920, no hay nadie en Chile que pueda decir �soy due�o de Chile�. Hay 5 grupos econ�micos dominantes, es cierto, pero tienen menos poder que el capital transnacional. Voy a terminar con dos cifras. El �ltimo d�a de gobierno de Pinochet, en el a�o '89, el capital transnacional en Chile representaba entre el 15 y el 18% del PBI, como todos ustedes pueden ver, hoy en d�a, despu�s de 16 a�os de Concertaci�n, el capital transnacional representa m�s del 62%. En el a�o '89 el 7% del cobre estaba en manos transnacionales, en el a�o 2006 el 66% del cobre est� en manos transnacionales.

Yo creo que con estas dos cifras basta para hablar de pol�tica. Ah� est� la pol�tica real, no si tenemos un presidente hombre o mujer, sin es simp�tica para sonre�r, y si es hija de un militar que fue v�ctima de la dictadura. El problema de fondo es que en estos cuatro gobiernos de la Concertaci�n se ha cautelado de que Chile sea el experimento de las transnacionales para imponer un modelo econ�mico brutal que no s�lo golpea a la experiencia de Allende, la de Frei, tambi�n golpea la experiencia del Frente Popular, la experiencia del rol del Estado en la educaci�n, en la salud, y que tambi�n golpea el ideario burgu�s del s.XIX de hacer de Chile de un pa�s industrial, manufacturero a partir de su riqueza minara, es decir, lo que est�n imponiendo en Chile es un atropello, ya no por las ideas radicales jacobinas de cambio, antiimperialista, sino por la construcci�n republicana que se dio de 1925 en adelante.

Aqu� no hay Estado de Compromiso, no hay ning�n compromiso, sencillamente ya no est�n fuera de la mesa los mapuches, los campesinos, est�n fuera de la mesa los obreros, los Colegios de profesionales, el ciudadano medio est� fuera del sistema pol�tico y el 70% est� fuera del sistema econ�mico, dicho por ellos, por los propios l�deres de este proceso. De manera que en ese contexto, no se puede decir que haya triunfado en Chile el capitalismo o el neoliberalismo, se lo dijo en su cara Evo Morales en el acto del Estadio Nacional, hay desde luego una atomizaci�n de los movimientos sociales, ninguno expresa una fuerza coherente, ni los obreros, no los campesinos, ni los Colegios de profesionales, se ha desvanecido este movimiento social que ten�a un vaso comunicante con los partidos pol�ticos, con los partidos marxistas, con la Democracia Cristiana, se ha mantenido intacto todo el aparato de dominaci�n tal como lo dej� Pinochet. hoy en d�a la ley 18.097 est� intacta, y el cobre se sigue entregando a manos llenas, estamos hablando de cifras colosales, inimaginables, yo creo que hay que saber de aritm�tica para entender cifras de 9, 12, 15 d�gitos. Un s�lo gerente de una empresa transnacional est� ganando 50 millones de pesos chilenos al mes. El paro de �La Escondida� que termin� ayer, signific� un arreglo, cash, de 70 millones de d�lares y la minera de la �La Escondida� acumul� ganancias el a�o pasado por 7.000 millones de d�lares, eso ganaron en un a�o, y con 70 millones de d�lares apagaron la protesta de los obreros de La Escondida, la movilizaci�n de los estudiantes, que fue muy ejemplar, porque aglutin� transversalmente a todos los sectores, a los estudiantes, profesores, universitarios, esa huelga la callaron con 58 millones de d�lares, uno de las 10 aviones F16 que compr� las FFAA de Chile vale 60 millones de d�lares, uno, y con 58 millones de d�lares acallaron al movimiento estudiantil, es decir, hay un excedente del cobre que les permite hoy en d�a tener �por ahora- neutralizados a los movimientos sociales, atomizados, con un mecanismo de corrupci�n muy importante en la dirigencia pol�tica, nadie puede ser candidato a senador o a diputado sino tiene sus 500 o 1.000 millones de pesos disponibles, y ning�n trabajador tiene obviamente esa cifra. Hay una cooptaci�n de parte del capital transnacional hacia la clase pol�tica chilena pero no han consolidado realmente una situaci�n de dominaci�n.

Yo creo que en ese sentido, el proceso de acumulaci�n capitalista en Chile, todav�a es verde, todav�a no se ha generado una burgues�a hegem�nica con articulaci�n independiente del capital extranjero, sobre todo, creo yo que el movimiento popular todav�a no ha arriado sus banderas. Hay obviamente miedo, todos nosotros tenemos un pariente o nosotros mismos estuvimos bajo prisi�n, c�rcel, tortura, exilio, hay un miedo latente a que el movimiento social tenga una actitud m�s agresiva, m�s radicalmente anti-sistema, pero eso no significa que los chilenos est�n aceptando este modelo econ�mico, esta impunidad con las violaciones a los Derechos Humanos, esta dominaci�n del capital extranjero y sobre todo este oscurantismo cultural que se ha apropiado de la sociedad, en una sociedad que a mediados del s.XX exportaba cultura adem�s de a Venezuela, Ecuador, Colombia, y cuyos educadores hicieron escuelas en todo Am�rica Latina. Hoy d�a, despu�s de la elecci�n de Michelle Bachelet sin duda, ha habido un ensanchamiento no por apertura del gobierno, sino por lo hechos, ella prometi� tanto a la ciudadan�a que de hecho la ciudadan�a ha ido ganando espacios muy relevantes. Tenemos esta huelga en La Escondida que lleg� a plantear la nacionalizaci�n del cobre, tenemos los conflictos que hubo en la plaza reci�n en Behuin (ver), donde hubo un conflicto muy importante cuando los pescadores artesanales se enfrentaron a una de las principales empresas monop�licas de Chile, la Celco y quisieron impedir que los barcos de esta empresa hicieran prospecciones en el mar, entonces ellos con 100 pescadores artesanales, con sus lanchas, bloquearon el acceso a las lanchas de la empresa y lleg� la Marina en posici�n de combate, disparando con r�fagas, suficientes para matar gente o dar vuelta los barcos. Les tiran las naves encima para que vuelquen las embarcaciones pesqueras, all� hay un enfrentamiento fuert�simo entre pescadores artesanales y el principal grupo econ�mico chileno, el grupo Angelini cuyos principales directores tienen nexos con el Partido Dem�crata cristiano y el partido del gobierno.

De manera que, a nuestro entender, este modelo econ�mico, esta forma de dominaci�n, no est� en condiciones de chorrear, de generar beneficios para este 70% de los chilenos que est� ausente del modelo y este modelo conduce a Chile a una verdadera cat�strofe. Chile se est� quedando sin industria, sin tecnolog�a, y en veinte o treinta a�os m�s se queda sin cobre, y generando hoy en f�a utilidades colosales, han visto que hay en d�a la cuesti�n pasa por qu� hacemos con el dinero del cobre, qu� hacemos con esta torta que ni pens�bamos tener, el cobre subi� de 70 centavos de d�lar a 3 d�lares y medio. Entonces, esta tremenda cantidad de dinero que recibe el Estado por el aumento de las utilidades del cobre, es por concepto de la parte estatal del cobre, solamente por los 10.000 millones de d�lares que CODELCO, la empresa del Estado, le est� entregando al gobierno, pero nada se dice de que la parte privada norteamericana est� recibiendo 18.000 millones de d�lares adicionales a las que generaba, es decir, son 18.000 millones que ha ganado sin mover un dedo, sin invertir en un tractor, sin contratar a un obrero, sin traer ninguna innovaci�n tecnol�gica, sentados en sus escritorios en un a�o han ganado 18.000 millones y un conflicto como el de los estudiantes les significa 58 millones de d�lares. Vean ustedes las magnitudes, 58 millones para neutralizar en conflictos que fue un terremoto contra 18.000 millones que se llevan las transnacionales por el mero hecho de que China y la India aumentaron la demanda y generaron un aumento del precio del cobre. Esta situaci�n a m� me hace ser optimista, en el sentido de que ni ellos tienen un discurso pol�tico con el cual pueden ganarse la voluntad del pueblo de Chile. Ellos tienen sometido, confundido, atomizado y enga�ado al pueblo, pero no se lo han ganado para su causa, para de un proyecto neoliberal, basado en la exportaci�n de productos primarios y a la espera de que venga el capital transnacional como explic� muy bien Jorge ayer, para que nuestro desarrollo se venda a la inversi�n extranjera y nosotros, no hemos claudicado, no hemos claudicado a este ideario, este gran proyecto y es un proyecto que no es de ayer, ni es de los marxistas, es un proyecto genuinamente construido por una tradici�n de lucha del pueblo chileno, por la experiencia que tuvimos con el Frente Popular, por la experiencia de las reformas de Frei, de la Revoluci�n en Libertad, en el '69, por la experiencia que tuvimos con Allende.

Nosotros, realmente en Chile, probablemente no tenemos las respuestas del movimiento pol�tico-social, un proyecto �nico de alternativa al modelo neoliberal. Lo estamos discutiendo, estamos avanzando en la lucha social, estamos abriendo los caminos. Evo Morales, cuando se fue, tomando la ciudad y produciendo las marchas, no ten�a muy claro tampoco, ni siquiera que iba a ser presidente, no, estamos desbrozando el camino de un proyecto de alternativa al neoliberalismo, pero el neoliberalismo y el capitalismo como tal, no puede decirse que haya instalado su plaza fuerte en Chile a�n. Por eso adquieren mucha fuerza estas palabras cuando dice, en el Manifiesto de los Estudiantes de C�rdoba de 1918 �hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. C�rdoba se redime. Desde hoy contamos para el pa�s con una verg�enza menos y una libertad m�s. Los dolores que quedan, son las libertades que faltan, creemos no equivocarnos, las resonancias del coraz�n nos lo advierten, estamos pisando sobre una revoluci�n, estamos viviendo una hora, estamos viviendo una hora americana�. Yo creo que estamos viviendo aqu�, en esta sala, una hora americana. Gracias.

SE ABRE EL DEBATE
(parte inaudible, hay una pregunta)

Leonardo Jeffs: En relaci�n a esto de los granos de uva, simplemente quiero anotar un hecho que pienso que refleja bastante bien. Gustavo ha puesto muy bien los �nfasis en cuanto al peso de la dominaci�n imperialista sobre nuestras econom�as, de su car�cter absolutamente decisivo, de la dominaci�n que ejerce sobre nuestras econom�as y c�mo esto tiene ciertas proyecciones sobre el plano pol�tico, pero hay un punto que, en relaci�n al tema de las uvas, se me vino a la memoria. Ese a�o, el a�o en que EEUU dej� de comprar la uva chilena, fue la primera oportunidad en que el pueblo chileno pudo comer uva de exportaci�n. Claro, los productores no pod�an disponer de su mercado de destino, todo el grueso de la producci�n iba a Estados Unidos, y entonces no tuvieron m�s remedio que repartirlas al pueblo chileno, incluso regalaron gran parte de las partidas de cosecha y fue la primera vez, entonces, que el pueblo chileno pudo comer esa uva de exportaci�n �a qu� apunto? A que en el desarrollo de los sectores exportadores, en que se han logrado ciertos progresos muy significativos desde el punto de vista de la calidad de los productos, el problema chileno no cuenta. El pueblo chileno cuenta s�lo como productor, pero no como consumidor. En m�s de una ocasi�n, conversando con otros compa�eros, me ha tocado tomar conciencia de este mismo fen�meno. Un compa�ero me comenta que en el extranjero tuvo la oportunidad de servirse una manzana riqu�sima, como jam�s hab�a probado, y era una manzana chilena, vale decir, lo que va quedando a disposici�n de la demanda interna son productos de tercera o cuarta selecci�n, lo m�s importante de todo se exporta.

Por lo tanto, los pueblos de Am�rica Latina para los principales grupos del poder econ�mico cuyos mercados de destino est�n fuera de la regi�n, no cuentan. Cuentan simplemente como productores, y por lo tanto, productores a los que se les puede pagar salarios de hambre, salarios de miseria, no son demanda para sus productos. Y esta es entonces quiz�s una buena imagen de cu�l es la situaci�n que tienen reservada para nosotros el modelo econ�mico vigente en la regi�n. Porque puntos m�s, puntos menos, yo creo que la gran diferencia entre el modelo econ�mico chileno y el resto de las pol�ticas econ�micas que se aplican en la regi�n, es simplemente el hecho de que este modelo fue aplicado en Chile de un modo bastante acelerado, a un ritmo muy acelerado y muy integral, bajo condiciones propicias que le ofrece el r�gimen de Pinochet. en cambio, en el resto de los pa�ses de Am�rica Latina han tenido que tomarse mayor tiempo, han podido avanzar con mucha gradualidad, incluso en el resto de Am�rica Latina normalmente este proceso comienza a partir de la crisis de la deuda, a partir de la segunda mitad de los a�os '80. Precisamente es el momento en que en muchas econom�as de Am�rica Latina se da por descartada la fiabilidad a futuro del modelo �easy�, pero las tendencias son claramente visibles en torno a estos pa�ses y responden m�s o menos en toda la regi�n a un mismo recetario de pol�ticas que se han conocido con el nombre que les puso John Williamson en el a�o 1990, el �Consenso de Washington�. A pesar de las diferencias que operan o particularidades de pa�s a pa�s, yo llamo la atenci�n sobre las grandes similitudes en las tendencias de desarrollo de la regi�n y las mismas est�n dadas por el modo como nuestras econom�as se vinculan con el mercado mundial y con los grandes centros de poder econ�mico, pol�tico y cultural que rigen en el mundo de hoy. Y por lo tanto, las transformaciones que tienen lugar en Am�rica Latina responden a un mismo patr�n de requerimientos de la econom�a mundial esto tiene que ver con las fases de desarrollo que este sistema va saltando progresivamente en sus centros m�s din�micos. La econom�a de la regi�n es una econom�a perif�rica y por tanto, es una econom�a que est� operando y respondiendo a los requerimientos de los centros m�s din�micos que est�n operando en el Hemisferio Norte y en los pa�ses altamente industrializados. Por esa raz�n, nosotros podemos constatar que los procesos de transformaci�n econ�mica tienen lugar o siguen patrones relativamente similares en �pocas hist�ricas tambi�n similares, tienen un cierto direccionamiento, naturalmente, con las diferencias propias de la situaci�n pol�tica, de las relaciones de fuerza que se dan en el interior de cada uno de nuestros pa�ses, de su dotaci�n de recursos en su car�cter de econom�as perif�ricas, etc.

Por tanto, eso es un aspecto que a mi juicio merece ser considerado precisamente para valorizar la significaci�n que puede tener en este contexto la posibilidad de abrir paso y poder reinstalar en la agenda de la regi�n u proyecto de desarrollo independiente. Y en este proyecto el tema de la integraci�n econ�mica y pol�tica es a mi juicio absolutamente clave.

Oyente: �Hay alguna fuerza pol�tica chilena que apoye este proyecto de integraci�n?

Jeffs: Bueno, cuando se debati� aqu� sobre la fuerza relativa de la idea de la Patria Grande o de las visiones m�s circunscritas a las patrias chicas, yo pensaba bueno, aqu� hay una relaci�n muy directa entre estos anhelos de integraci�n y la posici�n que se toma frente al sistema econ�mico tanto nacional como internacional. Por ejemplo: los estados de conciencia colectivos de la poblaci�n chilena de anhelo integrador latinoamericanista ha sido m�s potente precisamente cuando la correlaci�n de fuerzas pol�ticas dentro de Chile ha favorecido ampliamente un proyecto nacional de desarrollo. Es la �poca en que incluso este sentimiento se plasma en ciertas creaciones intelectuales y culturales y en ciertas canciones populares. Pero claro, cuando la correlaci�n de fuerzas var�a en un sentido contrario, tienden a prevalecer con mucha fuerza los sentimientos que corresponden a los intereses de las clases dominantes, que son intereses particularistas, de lucha por lograr un mejoramiento a expensas del otro frente a los centros de poder mundial. Por tanto, hay una correlaci�n muy directa. Pero esas fuerzas, principalmente tendientes a impulsar el proceso de integraci�n, tienen que ver con aquellas que tienen una actitud m�s independiente frente al imperialismo, son fuerzas de izquierda, particularmente...

Oyente: Me da la impresi�n de que antes, al menos hasta los a�os '70, se pensaba que este proyecto de desarrollo nacional y de construcci�n de un Estado independiente podr�a darse primero y despu�s s� profundizar en el proceso de integraci�n regional, pero que hoy es lo contrario, primero tiene que darse la integraci�n para que despu�s pueda darse el desarrollo nacional, dada la presencia de los capitales transnacionales...

Jeffs: S�, yo creo que en este tema se ha ido produciendo una toma de conciencia progresiva. El tema del desarrollo mismo como tema de discusi�n pol�tica y tambi�n acad�mica es un tema que adquiere fuerza, a mi juicio, por lo menos en los medios acad�micos y pol�ticos, de gobierno, despu�s de la Segunda Guerra Mundial. Mucho antes exist�a la inquietud, particularmente en c�rculos de la intelectualidad, por nuestro atraso econ�mico, nuestra inferioridad econ�mica como la llam� en alg�n momento un historiador chileno, pero no en un tema central que concentrase la atenci�n en los medios acad�micos. El proyecto en la cabeza, desde mucho antes de la Constituci�n de la dictadura, que es el modelo econ�mico que aprendieron en sus cursos de doctorado en Chicago. La Concertaci�n sustituir� a los Chicago Boys por los Harvard Boys, los ministros de hacienda, el equipo econ�mico, son todas personas formadas en Harvard, que se enorgullecen de sus doctorados en Harvard y que siguen a pie de juntillas las orientaciones que los organismos financieros internacionales propician para los pa�ses subdesarrollados, es el modo como las econom�as financian hoy y menean desaprensivamente la cabeza frente a la insensatez de lo que hace un Ch�vez o un Evo Morales, porque las cosas no funcionan as� en el mundo de hoy.

Oyente: Quer�a preguntar qu� actitud tiene el Estado frente a las reivindicaciones de la comunidad mapuche y los campesinos y qu� actitud tiene la comunidad chilena en general, qu� porcentajes hay de mapuches y campesinos en Chile.

Ruz: Esta desintegraci�n, esta desarticulaci�n de los movimientos sociales, es un trabajo desde arriba, preconcebido, ver que el Presidente del sindicato o de la Confederaci�n viaje mucho, que vaya a Congresos, a Espa�a, Alemania, Rusia, que se pase arriba de los aviones la mayor parte del tiempo posible y ojal� que meta las manos en la tesorer�a del sindicato, que el otro rivalice con �l no por la defensa de los obreros, sino por venerar igualmente la tesorer�a. Se trata de generar una m�xima desconfianza hacia los intelectuales o de generar una pugna entre el intelectual y el obrero, obligar a los intelectuales a trabajar en tres o cuatro universidades, dictar cursos por aqu�, escribir unos art�culos por all� para ganarse unos pesos y mantenerse a fuerza de trabajar 14 horas diarias, y lo m�s importante, controlar como ning�n otro pa�s los medios de prensa, los cinco canales de TV de manera absoluta. Ah� no entra un alfiler, y el 5% de la prensa, entre la cadena de mercurio y la cadena de la Tercera, esta �ltima proviene de un nuevo grupo econ�mico emergente que a su vez tienen importantes acciones en el sector financiero de la econom�a donde hay gerentes que en su mayor�a vienen de ministerios de gobiernos de la Concertaci�n. Hay una trenza muy importante entre lo que se llama la �puerta giratoria�, deja de ser Ministro de la Concertaci�n y tiene un banco asegurado en el directorio de una empresa, en un banco, o en el sector financiero, o en una universidad privada, pero eso es una vez, y despu�s termina el segundo gobierno y vuelven estos se�ores a ocupar sus cargos de los ministerios y en algunos casos se pasan directamente al FMI como fue el Ministro de Hacienda anterior, que fue despu�s el tercer hombre del FMI.

Esta situaci�n de cooptaci�n del liderazgo social ha influido mucho en que estos l�deres sociales pierdan representatividad. Nominalmente, la CUT tiene 600 y tantos de miles de miembros, sobre una masa de 6 millones de trabajadores, pero la forma de trabajar desde la CUT es tan anti-democr�tica como el sistema electoral chileno, es decir, el socio del sindicato paga con planilla la cuota del sindicato, la deposita en la CUT, la Central Unitaria de los Trabajadores, pero a la hora de elegir a los presidentes de la CUT, se presentan listas cerradas de partidos pol�ticos y quienes votan en esa elecci�n son una especie de Colegio Electoral representativo de la base que a su vez es elegido mediante listas cerradas. De manera que el trabajador de base de la CUT no elige a sus dirigentes nacionales, sino a este cuerpo intermedio que es donde se produce el (cuenteo) de los partidos pol�ticos, que a su vez se preocupan de qui�nes est�n en ese cuerpo electoral, que no sean precisamente los m�s combatientes, los m�s luchadores, y dem�s. Esto es v�lido en general para los movimientos sindicales urbanos.

En cuanto a las organizaciones mapuches el panorama es bastante m�s pat�tico porque sobre una base de aproximadamente 800.000 mapuches -de los cuales m�s de 300.000 viven en la capital como mano de obra barata, salvo algunos excepciones de empresarios y profesionales- la parte que esta en la regi�n de la Araucan�a, la que padece la discriminaci�n y la pobreza extrema, no tiene en absoluto un tipo de representaci�n, de organizaci�n y est� fragmentada desde el punto de vista de la propiedad, en las tres regiones administrativas que hay en el sector. Desde el punto de vista de la organizaci�n pol�tica, de la Coordinadora Arauco-Malleco y de la agrupaci�n que encabeza Auc�n Huilcam�n, pr�cticamente s�lo son cuatro los grupos aglutinantes en que desarrollan sus propias luchas y sus propias demandas. Estos grupos para poder sobrevivir tienen asistencia de organismos internacionales y estos dirigentes, entonces, viajan mucho al extranjero y se produce naturalmente una desconexi�n de los mapuches que no viajan al extranjero, que no hablan idiomas, que no tienen las comodidades de la elite mapuche, y esto es una receta norteamericana que yo conoc� mucho en la �poca en que estuve en Nicaragua con las agrupaciones de los pueblos originarios. Invitamos a los pieles rojas y a las tribus norteamericanas y llegaban en sus jets propios, con sus secretarias, a todo lujo y con un esplendor... es decir, el sistema les dio lo suyo y ac� hay un intento de hacer eso. Lo que se ha complicado mucho es que esta forma paternalista, asistencialista de yo te compro tu tierra, me dices que es de tu pap�, que es tu mam� la que te dio esa tierra, y yo te la compro desde el Estado. Pero si esa tierra pertenece a fulano de tal, que es gerente de una empresa, este que es hermano de un senador, este que es accionista de las empresas Angelini, entonces, porqu� no consideras mejor que yo te la compre en otro lugar, y vas a tener una casa m�s de lujo y dem�s, y as� se acaba el tema �tico-antropol�gico, se pierde el retorno a lo propio, a lo que fue el retorno a la tierra de sus ancestros. Y se ha transformado en un tema de oferta y demanda, que ha derivado en un esc�ndalo que le explota a la propia derecha, por cuanto muchas de esas propietarios , al recibir las tierras y no tener conocimiento de gesti�n, de usos de tecnolog�as, y de asesor�as para emprendimientos productivos, terminaron arrend�ndolas, lo cual est� prohibido por la ley.

Entonces, el debate hoy gira en torno a dos ejes. Uno, el uso mercantil que hacen de las tierras que el Estado les devolviera a una peque�a parte de los mapuches que han logrado ubicarse en esas devoluciones, pues la gran mayor�a no ha recuperado nada, el 80% no lo ha hecho, pero la prensa est� metida en aquella parte que s� ha recuperado. Y el otro eje, es el de los presos pol�ticos mapuches, porque ah� han realizado acciones, sobre todo en las ciudades m�s que en el campo, y entonces los toman y admiten la ley antiterrorista de Pinochet, entonces comuneros mapuches son juzgados por jueces de oficina que act�an con antecedentes policiales y en el momento del juicio, los testigos est�n encapuchados, igual que Fujimori en Per�, los testigos que dan la prueba, que inculpan est�n encapuchados. Entonces, sobre la base del testimonio de e los encapuchados y de la aplicaci�n de la ley antiterrorista de Pinochet, hay una cantidad de l�deres mapuches que est�n encarcelados, que iniciaron una huelga de hambre, lograron conmover a la opini�n p�blica. Yo creo que han logrado mucho espacio, pero ah� hay todav�a una divisi�n importante, entre la reivindicaci�n mapuche por sus libertades y derechos ancestrales y los movimientos sociales no mapuches que tienen una tendencia al encerrarse en s� mismos, los ecologistas con los ecologistas, los de derechos humanos con los de derechos humanos, etc.

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